Por La Fosa
¿Vamos avanzando en dirección correcta? Playa Albina y sus congéneres, allende los mares, tienen virtualmente su res publica litteraria, alias república de los eruditos. Si fuese necesario explicar en qué consiste su rol, en primer término, es digno de mencionar, para usar una frase corriente del Dr. Sanguinetty, una reproducción del capital social a escala planetaria, del que se ocupa una parte de la vida académica y profana.
Tal y como lo vio el gran García Vega en una oportunidad, esa res pública de los sabios cubanos no deja de ser un cuerpo social cripto platónico, una manera de sustitución del imperio de los filósofos por un conjunto poliedro de la res pública conformado por artistas y escritores. En una ocasión, Martí anheló una polis gobernada a través de una ciencia del espíritu cerrada, cuyo trasfondo iría en virtud de una naturaleza estática.
Pero el momento no se hizo esperar para que surgiera la autogestión de la comunidad a posteriori expuesta a dinamizar el estatismo anhelado. Hoy tenemos tantos sabios como eruditos, tanto maestros como profesores, tanto investigadores como disertantes. Una res en Playa Albina que conforma un Estado de las letras…
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