Por Ego de Kaska
Con una resolución férrea y una mirada desafiante hacia el futuro, reconocemos que aunque no podamos medir con exactitud las consecuencias que se avecinan, estamos seguros de que el impacto será monumental. Es hora de enfrentar esta realidad con valentía, no permitiendo que el espíritu guerrero y conquistador que una vez definía a Occidente se desvanezca ante la inacción. La filosofía de la no lucha, del no esfuerzo, del no defenderse, propagada por la trinidad espiritual de la India, no debe ser una sentencia para nuestra cultura, sino un reto a superar. No debemos sucumbir a la pasividad; en cambio, es momento de reavivar la llama del espíritu activo y decidido.
En este crucial punto de nuestra historia, debemos rechazar el discurso del buenismo que socava el carácter bio-afirmativo de la vida occidental. Si bien hemos abrazado prácticas como el psicoanálisis, el yoga, el tantra, y formas ascéticas como el budismo, el zen y el taoísmo, es fundamental comprender que estas también pueden ser herramientas de fortaleza y disciplina moral. No son meramente vías de escape, sino potenciales catalizadores para un renacimiento del dinamismo y la determinación occidentales.
Es tiempo de dejar atrás una escritura impregnada de cinismo y volver a inspirarnos en los íconos de nuestra cultura: la ira de Aquiles, la ansiedad thymoica de Sócrates, la astucia acrobática de Alcibíades, el virtuosismo disciplinar de Miguel Ángel, la complejidad democrática bastarda de Shakespeare, la pasión erótica desbordante de Sade, el vitalismo y el individualismo de Nietzsche, el profundo análisis de la condición entrenadora humana de Kafka, la competitividad de Gigante y la tenacidad fitness de Ayn Rand. Estos modelos representan la fuerza, el valor, la gradación, y la determinación que necesitamos reavivar.
Ahora es el momento de actuar, de fortalecernos y de reafirmar nuestra identidad cultural con firmeza y convicción. No podemos permitir que la fortaleza de Occidente se diluya; por el contrario, debemos abrazar nuestra herencia y avanzar con una determinación renovada, preparados para enfrentar y superar los desafíos que se presentan. La historia nos llama a ser fuertes, estar fitness, y necesitamos responder a ese llamado con una resolución inquebrantable.
Ego de kaska