Por Spartacus
Keanu Reeves, el enigmático actor detrás de personajes icónicos como Neo en Matrix y John Wick, ha sido, a lo largo de los años, una figura envuelta en un aura de melancolía. Esta percepción, amplificada por la cultura de Internet, encontró una expresión casi emblemática en los populares memes de Sad Keanu, donde se veía al actor en momentos aparentemente introspectivos, siempre con una expresión de profunda tristeza. Aunque Reeves ha explicado en varias entrevistas que esas imágenes simplemente capturaban su expresión neutral cuando no estaba pensando en nada en particular, el público continuó proyectando sobre él una imagen de soledad y contemplación existencial.
Lejos de intentar desmentir esta imagen, Reeves decidió canalizar esa percepción pública en un nuevo proyecto creativo. Así nació El Libro de Ajenjo, un thriller existencialista que ha coescrito junto a China Miéville, un autor británico de renombre conocido por su habilidad para fusionar elementos de ciencia ficción y fantasía con profundos experimentos literarios. La colaboración entre Reeves y Miéville ha dado lugar a una obra que no solo explora temas como la inmortalidad y la identidad, sino que también se presenta como una respuesta irónica y compleja a la imagen pública de Reeves.
China Miéville es una figura fascinante en el mundo literario. Con un doctorado en Relaciones Internacionales de la London School of Economics y un enfoque marxista que permea gran parte de su obra, Miéville es conocido por sus novelas que desafían las convenciones de género y combinan elementos fantásticos con una intensa crítica social. Entre sus trabajos más destacados se encuentra La ciudad y la ciudad (2009), una novela que explora la idea de dos ciudades que ocupan el mismo espacio físico, pero cuyos habitantes tienen prohibido reconocer la existencia de la otra. Esta metáfora sobre ideologías excluyentes y regímenes opresivos ha sido ampliamente elogiada por su ingenio y profundidad.
Otro de los trabajos más reconocidos de Miéville es Perdido Street Station (2000), una obra ambientada en la vasta metrópolis de New Crobuzon, en el mundo de Bas-Lag, donde las leyes de la naturaleza siguen reglas distintas y donde hombres y mujeres conviven con criaturas insectoides y otros seres fantásticos. Este universo, tan elaborado y extravagante como inquietante, refleja la ambición literaria de Miéville, colocándolo al nivel de grandes autores de ciencia ficción y fantasía como Isaac Asimov, Frank Herbert y Fritz Leiber.
El proyecto El Libro de Ajenjo surgió cuando Reeves y Miéville se conocieron en Berlín hace unos tres años, mientras Reeves trabajaba en la preparación de The Matrix Resurrections en 2017. Durante su encuentro, Reeves propuso a Miéville una idea que había concebido: la historia de un guerrero inmortal de 80,000 años, nacido de un rayo y quizás descendiente del diablo, aunque eso es lo que muchos creen. Este personaje, llamado Unute, es una figura enigmática y poderosa, que recuerda a los personajes melancólicos y solitarios que Reeves ha interpretado en el pasado.
Ya existe un cómic basado en esta historia, titulado BRZRKR (pronunciado «Berserker»), que ha sido un éxito de ventas, con más de dos millones de copias vendidas. Además, Netflix ha mostrado interés en adaptar la historia en una serie, con Reeves en el papel principal. Sin embargo, Reeves sentía que la historia de Unute merecía ser explorada en mayor profundidad, lo que lo llevó a proponer a Miéville la idea de escribir un libro juntos. Reeves se encargaría de aportar ideas y modelar la trama, mientras que Miéville, con su talento narrativo, se ocuparía de tejer la historia con su característico estilo literario.
El Libro de Ajenjo es, en esencia, una exploración de la inmortalidad desde una perspectiva existencialista. La historia sigue a Unute, un guerrero inmortal cuya existencia se ha extendido por milenios, enfrentándose no solo a enemigos externos, sino también a su propio sentido de identidad y propósito en un mundo que lo considera tanto un mito como una amenaza. A medida que la narrativa avanza, la novela se convierte en un Who-Dunnit filosófico, donde las respuestas a las preguntas más importantes permanecen elusivas y las metáforas cobran vida, complicando aún más la búsqueda de la verdad.
Unute es una amalgama de los personajes que Reeves ha interpretado a lo largo de su carrera: poderosos, melancólicos y reacios a aceptar su destino. Su lucha no es solo física, sino también interna, mientras intenta comprender el significado de su inmortalidad. La novela introduce a Vayn, una antagonista que representa el principio de la muerte. Capturado por ella, Unute es sometido a una tortura eterna, donde es forzado a morir y resucitar millones de veces, en un esfuerzo por desentrañar los secretos de su existencia. Esta tortura, que recuerda al mito de Prometeo encadenado a una montaña, sirve como una metáfora para la batalla interminable entre la vida y la muerte, el conocimiento y la ignorancia.
A lo largo de más de quinientas páginas, Miéville despliega su maestría narrativa, llenando la historia de trampas, maniobras de engaño y un arsenal de magia literaria que desafía al lector en cada giro de la trama. A medida que Unute lucha por comprender su lugar en un mundo donde las metáforas pueden convertirse en realidades tangibles, la novela se convierte en una reflexión profunda sobre la identidad, la mortalidad y el significado en un universo donde nada es lo que parece.
La colaboración entre Reeves y Miéville no solo es una fusión entre la introspección existencial y la narrativa fantástica, sino que también representa un encuentro entre la cultura pop y la literatura de alta complejidad. Con la adaptación de «BRZRKR» en camino y El Libro de Ajenjo como su última incursión literaria, Reeves sigue expandiendo su influencia en distintos medios, mientras Miéville continúa empujando los límites de la ficción contemporánea.
El Libro de Ajenjo no es solo una novela, sino una exploración literaria que trasciende géneros y expectativas, llevando al lector a un viaje por los recovecos más oscuros de la mente y el alma, donde las preguntas más profundas sobre la existencia encuentran su expresión en una narrativa tan enigmática como sus protagonistas.
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