Por WALDO GONZ LEZ LÓPEZ
Sí, duros, pero necesarios recuerdos los estremecedores casos ocurridos bajo la sangrienta tiranía que asola a nuestra patria hace ya 65 años, fueron los evocados por la lograda cinta de Lilo Vilaplana, que el pasado domingo concluyó su periplo en el cine-teatro Tower, tras estenarse en varios cines de otras ciudades y merecer lauros en Festivales de Cine que corroboran su calidad.
Vale decir que muy bien escribió y convenció a todos con su valioso comentario el colegamigo Ramón Fernández-Larrea, por lo que ahora solo añado algún que otro rasgo de valía.
El filme muestra al espectador atroces momentos que suceden todavía en Cuba bajo la tiran a del Innombrable, pues Lilo y su equipo creador se basaron en historias reales, muchas de ellas leídas en no pocos de los libros reunidos en la que denomino mi Biblioteca Cubana del Exilio, adquirida desde que arribara, con mi esposa Mayra del Carmen Hernández a Miami, el primero de julio del 2011.
El guion asume la historia de Alina, Luisa y América, tres jóvenes que, tras luchar, arriesgando sus vidas para restablecer la democracia en su país, se sienten traicionadas por el (farsante) líder de la revolución, y las tres, cada una por su lado, se enfrentan al feroz sistema. Por distintos motivos caen en prisión y sus vidas se entrelazan en el inferno dantesco que viven dentro de las duras mazmorras donde son violados sus derechos humanos, sin respetar su condición de ser mujeres.
Por ello, Plantadas constituye un justo homenaje a estas y otras cientos de heroicas mujeres que pasaron los mejores años de sus vidas en cautiverio por la libertad de Cuba, algunas fallecidas en prisión.
A diferencia de otros filmes-bodrios, como, entre otras, El hombre de Maisinucú y Patti Candela [que falsificaron la realidad, engañando al público con mentiras implantadas por el régimen impuesto por el sátrapa], Plantadas ofrece la verdad que el castrismo jamás ha confesado. De ahí, su verdad y autenticidad convincentes.
Al éxito de Plantadas, en primer lugar, destaco el valioso elenco integrado por actrices cubanas de varias generaciones, como Alina Robert, Amarilys Núñez, Lili Renteria, Yuliet Cruz, Rachel Varoni, Vivian Ruiz y Juanita Baró.
La dirección de Lilo y su hijo, el también realizador Camilo, dotan de notable calidad al filme por no solo aportarle mayor realismo, sino porque, a diferencia de su anterior Plantados, como todos los capítulos de la recordada serie Leyendas del exilio, le añaden al sólido guion el necesario aliento imaginativo y simbólico que, con la poesía aportada por la magnífica fotografia, la certera música y la sobria dirección artística, dimensionan esta encomiable producción que enriquece el cine de Miami y del exilio, gracias al talento del incansable realizador y narrador cubano, apoyado por su valioso equipo creador.
Creo que los cubanos de Miami, como los de la Isla y de otras tierras no deben dejar de ver y emocionarse con esta importante película que denuncia la hasta ahora casi desconocida historia de las heroicas Plantadas, un título decisivo en la cinematografía cubana.