Por: José Rey Echenique
Plantados más que una película, es un asunto pendiente con la nación cubana, y con esas familias que padecieron, la cárcel, los fusilamientos, la persecución y represión de sus seres queridos. Es como una deuda histórica, con aquellos que padecieron los horrores del Castrismo en los años primeros, y con los más jóvenes que ahora tienen que entender el por qué de tanta ignominia, de tanto terror. Sin embargo, como escritor puedo decir que el guión del filme pudo haber sido mejor, y las actuaciones también.
El elenco de actores debió repartirse mejor. Hubo actores experimentados, como Alberto Pujol, que interpretaron personajes muy secundarios y que podrían haberle dado más altura dramática a la actuación. Creo que el tema merecía un mejor tratamiento estético, y cuando digo estético, lo digo desde el punto de vista dramático, que debió ser más convincente. Había tela por donde cortar.
A mi juicio lo más importante es que esta película, puede que abra una nueva etapa en la cinematografía del exilio. Sería muy bueno, ampliar en estos temas que han estado relegados por mucho tiempo. Este es mi criterio, yo tuve en mi familia un “plantado” y estas historias las escuchaba desde niño. Mi crítica no es hacia los miles de presos políticos que sufrieron este horror, sino que es la opinión como espectador de una obra cinematográfica.