El diseñador de moda español Paco Rabanne falleció el viernes a la edad de 88 años. «Ha marcado a varias generaciones con su visión radical de la moda», afirma el comunicado. Rabanne había venido al mundo en 1934 en el País Vasco español. Su nombre civil era Francisco Rabaneda Cuervo. Su madre, modista de Balenciaga, huyó con él a Francia en 1939.
Desde su infancia, Paco Rabanne fue un entusiasta de la ciencia ficción, y más tarde de corrientes como el futurismo y el constructivismo. A partir de 1952 estudió arquitectura en París. Al principio, hacía bocetos de moda para firmas como Charles Jourdan. Ahora también se interesaba cada vez más por el dadaísmo o el arte de la performance del Mouvement Panique y se planteaba si podría crear una moda que combinara estas estéticas y cómo. De este modo, no se preocupaba por la usabilidad en la vida cotidiana. Al contrario, jugaba con lo extravagante de sus diseños, que formaban un puente entre el arte y la moda.
Es significativo que su gran avance se produjera a mediados de los años 60 con una colección que llamó «Doce prendas que no se pueden llevar». Estaban hechos en parte de piezas de metal con bordes afilados. Sus diseños más elegantes los lucieron Brigitte Bardot y Jane Fonda, entre otras. Fue uno de los primeros en utilizar la música en sus desfiles, favoreciendo la de los Beatles y los Rolling Stones. Esto le convirtió también en el diseñador de moda que más estilo definió en los años sesenta, junto con Yves Saint-Laurent.
Los diseños característicos de Paco Rabanne eran futuristas y, desde luego, no aptos para el uso cotidiano. En 1969, Paco Rabanne inició una colaboración con la empresa de cosméticos Puig. Lanzó una fragancia femenina con el extraño nombre de «Calandre» (rejilla de radiador). Hoy en día sigue estando disponible con una ligera variación. La fragancia masculina «Paco Rabanne pour Homme» le siguió en 1973. En 1976 amplió su oferta a la moda masculina, pero no fue hasta 1990 cuando añadió una colección prêt-à-porter para mujer.
En 1987, Puig compró la totalidad de la empresa Paco Rabanne. Posteriormente, Rabanne se retiró cada vez más y se dedicó al esoterismo. Así, proclamó la caída de la estación espacial «Mir» sobre París, la «salvación de los justos» y una era de Acuario caracterizada por la armonía.