Por Augur, el místico
A Sardónico, el yerbita
En un análisis profundo del universo de Matrix, emerge una tesis intrigante: al margen de las interpretaciones espiritualistas, tanto ancestrales como contemporáneas, se revela la solidez de su fundamentación. Este análisis invita a una reflexión sobre los elementos cruciales, particularmente las ironías que abordan la contaminación de las psiques en un contexto de observación dualista, donde se enfrentan conceptos como realidad frente a irrealidad, y vigilia contrapuesta al sueño.
Dentro del esquema irónico de la posmodernidad, el mundo de Matrix propone una alternativa fascinante al aforismo sartreano de que «el infierno es el otro». Ofrece una perspectiva que trasciende la visión positivista unidimensional de la relación entre sujeto y objeto, sugiriendo la existencia de una inteligencia artificial observadora, emanada del Ser inmerso en la vastedad del ciberespacio. Esta entidad representa una tercera vía, una suerte de intermediario entre el sujeto y el objeto, configurándose como una alternativa artificialmente generada.
La hermenéutica del universo de Matrix se origina en este tercero, concebido más allá de la subjetividad y luego integrado a ella a través de un proceso observacional polivalente, abarcando el sueño, la vigilia y el observador artificial como ente cibernético. Esto implica que la inmersión total de una persona en la complejidad del entorno cultural que la rodea requiere de un catalizador, un alucinógeno como el ciberespacio, del cual es arduo desvincularse. De aquí surge Matrix, no solo como obra de ciencia ficción, sino también como un modelo interpretativo alternativo de una realidad no positivista.
Para ilustrar esta idea mediante una comparación implícita, se puede recurrir a la práctica ancestral de los chamanes, quienes utilizaban narcóticos naturales para expandir su conciencia y explorar más allá del mundo fenoménico inmediato. De manera análoga, en la contemporaneidad, disponemos de un estupefaciente artificial, un artefacto técnico visual, una máquina generadora de efectos visuales que facilita la inmersión en el ciberespacio, permitiendo alcanzar percepciones que trascienden lo meramente fenoménico. Tal es el núcleo conceptual del filme The Matrix.