Stulin vs. Putin: el giro inesperado de un agente de opinión

Por Carlos Manuel Estefanía

Daniel Stulin, a pesar de haber nacido el 29 de agosto de 1966 en Vilnius, Lituania, se identifica a sí mismo como un nacionalista ruso, algo que nos recuerda la peculiaridad del viejo pasaporte soviético donde se diferenciaba la ciudadanía de la nacionalidad del portador. Se trata de un investigador cuya notoriedad se basa en sus controvertidas teorías de conspiración (que no tienen por qué ser del todo falsas), particularmente en relación con el Grupo Bilderberg. Este foro anual de élite, compuesto por líderes de negocios, finanzas, medios de comunicación, militares y políticos, ha sido el centro de las especulaciones de Stulin, quien sostiene que el grupo ha tenido un impacto decisivo en las decisiones políticas, económicas y sociales desde su primera reunión en 1954. Su obra, incluyendo el libro La Verdadera Historia del Club Bilderberg, combina hechos con afirmaciones no verificadas, lo que ha generado tanto interés como escepticismo.

Stulin ha realizado seminarios a nivel internacional y su trabajo ha sido alabado por figuras, no siempre ejemplares, como es el caso del extinto Fidel Castro, quien describió Los secretos del Club Bilderberg como una «fantástica historia». Esperemos que no sea como aquella que, en teoría, debería absolver al dictador. Este tipo de respaldo plantea interrogantes sobre la naturaleza de sus argumentos y su credibilidad. En 2011, Estulin fue invitado a hablar en el Parlamento Europeo por el eurodiputado italiano Mario Borghezio, lo que subraya la controversia y la polarización en torno a su trabajo.

Aunque el enfoque de Stulin ha suscitado un debate significativo sobre el poder y la corrupción en las estructuras globales, su estilo, que mezcla hechos con teorías especulativas, a menudo diluye el rigor académico y la objetividad. Las críticas a su trabajo se centran en la falta de pruebas contundentes y en la tendencia a exagerar el alcance y la influencia del Grupo Bilderberg, presentando a menudo una narrativa sensacionalista que apela más al miedo y la desconfianza que a una comprensión matizada de los asuntos globales. En lugar de contribuir a un análisis crítico sólido, Stulin parece alimentarse del atractivo de las teorías conspirativas, aprovechando el temor y la incertidumbre para captar la atención pública.

Es por todo esto que Daniel Stulin es una figura polémica. A pesar de su evidente inteligencia y erudición, no duda en alardear de su amistad con Fidel Castro, mostrando en sus intervenciones en redes y en sus publicaciones su rol como agente de influencia ruso en medios occidentales. Sin embargo, una vez se identifica su inclinación, es esencial considerar lo que dice y escribe. Entre su retórica propagandística, Stulin revela verdades sobre Occidente que pocos se atreven a mencionar, especialmente cuando se relaciona con los teóricos seguidores del extinto Lyndon Hermyle LaRouche Jr., político, activista por la paz, candidato presidencial y economista, feroz crítico del Reino Unido. LaRouche no escatimó en señalar a la familia real británica, acusándola de ser responsable de numerosos males globales. No es sorprendente, por tanto, que Stulin haya sugerido en el video que analizamos que se cierre, arreste y ejecute a todos aquellos que visitan la embajada británica en Moscú. El analista hacen tan radical recomendación considerando a Inglaterra como el enemigo principal de su país.

Sin embargo, se observa un cambio significativo en las declaraciones recientes de Stulin. Ha reconsiderado de manera menos entusiasta su relación con Fidel Castro, reduciéndolo a un mero admirador de su obra. De manera aún más radical, Stulin se distancia del régimen de Maduro y, sorprendentemente, adopta una postura crítica respecto al gobierno ruso. Esta crítica no sigue la narrativa occidental habitual contra Putin, sino que surge desde una perspectiva patriótica rusa. Aunque no necesariamente compartamos su análisis, ofrece una perspectiva interesante sobre la complejidad del conflicto entre Rusia y Ucrania y su impacto en las potencias occidentales. Igualmente sorprendente es su reciente declaración sobre China, un país que Stulin, a diferencia de los rusófilos occidentales, considera un adversario de Rusia.

En el video titulado «Estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial»*, publicado en su canal de YouTube por el politólogo ruso, Stulin ofrece una crítica exhaustiva de la situación geopolítica actual, centrando su análisis en el conflicto entre Rusia, Ucrania y la OTAN. Advierte sobre las graves consecuencias de la escalada militar y lanza una dura crítica al presidente ruso, Vladimir Putin, a quien describe como un líder débil y pasivo frente a las provocaciones occidentales.

La Amenaza de una Guerra Nuclear

Stulin inicia su análisis con una noticia alarmante: la OTAN ha autorizado a Ucrania a atacar territorio ruso con armamento de largo alcance, marcando un punto de inflexión en el conflicto. Según Stulin, la intervención de la OTAN no es reciente. Estados Unidos y Gran Bretaña han estado involucrados desde antes del inicio oficial del conflicto en 2022, proporcionando armas y tecnología avanzada a Ucrania. Esto incluye misiles JASSM (AGM-158) lanzados desde aviones F-16 ucranianos con inteligencia de la OTAN, subrayando la participación activa de Occidente en la guerra.

Uno de los aspectos más preocupantes que Stulin aborda es la creciente posibilidad de que Rusia recurra al uso de armas nucleares tácticas en respuesta a los ataques en su territorio. Putin ha declarado que, si la seguridad estratégica de Rusia se ve comprometida, el uso de tales armas está sobre la mesa. Stulin considera que esta opción es más plausible que nunca, dado que la OTAN continúa escalando el conflicto sin temor a represalias rusas.

Putin: Un Líder Débil ante Occidente

Stulin critica duramente la postura de Putin frente a Occidente, argumentando que el presidente ruso ha permitido que Estados Unidos y el Reino Unido lo perciban como un líder vacilante, incapaz de hacer valer las líneas rojas de Rusia. Esta debilidad, según Stulin, ha permitido a la OTAN y a Ucrania avanzar en la escalada, algo impensable en la era soviética, cuando cualquier desafío de Occidente habría sido respondido con firmeza.

Para Stulin, esta falta de respuesta ha debilitado la capacidad intimidatoria de Rusia, provocando una peligrosa inestabilidad en el escenario internacional. A pesar de las constantes provocaciones, Putin ha evitado tomar decisiones drásticas, lo que, según Stulin, ha fortalecido la posición de Occidente. En este contexto, Stulin afirma que, si se desata una guerra nuclear, Putin será el único culpable, ya que su debilidad ha permitido que Occidente cruce límites peligrosos sin temor a represalias.

La Contradicción Económica de Rusia

Stulin también destaca una contradicción en la política económica de Putin: a pesar de estar en guerra con Occidente, Rusia sigue vendiendo gas y petróleo a las naciones que apoyan a Ucrania. Stulin considera esta política un grave error estratégico, pues refuerza a los enemigos de Rusia mientras la debilita tanto moral como estratégicamente.

Esta dependencia económica de los mercados occidentales, según Stulin, refleja un problema estructural en la política rusa bajo Putin. En lugar de fortalecer el país internamente, Rusia ha adoptado un enfoque hipercapitalista que la ha dejado vulnerable ante sus rivales.

Comparaciones con Otras Potencias y la Inevitabilidad de la Guerra

Stulin no se limita a criticar a Putin. También compara a Rusia con otras potencias, como Estados Unidos e Israel, que no dudan en responder con dureza ante cualquier amenaza a su seguridad. Según el analista, si Estados Unidos fuera atacado con un misil, la respuesta sería inmediata y devastadora, estableciendo un claro mensaje de poder que Rusia, bajo el mando de Putin, ha sido incapaz de proyectar.

La falta de una respuesta contundente por parte de Putin ha incrementado las tensiones, y Stulin alerta sobre el riesgo inminente de una guerra nuclear. En su análisis, si estalla una guerra de este tipo, Putin será el único culpable por no haber hecho que Occidente tema las consecuencias de cruzar límites peligrosos.

La Falsa Comunidad Internacional y las Alianzas de Conveniencia

Stulin también critica el concepto de «comunidad internacional» que Putin y otros líderes rusos han promovido, tachándolo de ilusorio. Según el analista, las verdaderas comunidades de poder son las grandes potencias, y muchos de los países que Rusia considera aliados solo buscan aprovecharse de su posición.

Además, Stulin cuestiona la solidez de alianzas como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). A su juicio, estas alianzas son meramente de conveniencia y no representan una verdadera oposición al poder occidental. De hecho, Stulin sugiere que China es un enemigo disfrazado que, en lugar de apoyar a Rusia como aliado genuino, busca subordinarla.

Conclusión: Un Futuro Oscuro para Rusia

En resumen, Daniel Stulin pinta un panorama sombrío para el futuro de Rusia bajo la gestión de Putin. La incapacidad del presidente ruso para responder con firmeza a las provocaciones de Occidente y su errática política económica han colocado al país en una posición de vulnerabilidad extrema. Según Stulin, el riesgo de una guerra nuclear es más alto que nunca, y la responsabilidad recae directamente sobre Putin, a quien Stulin señala como el único culpable de que Occidente haya perdido el miedo a Rusia y se haya llegado a esta situación límite.

  Nota: *¿Estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial?:  https://www.youtube.com/live/w5txHW0J-l4?si=_FjX3esGgmPUrl_2  —  ”La vida es una tragedia para los que sienten y una comedia para los que piensan”

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