Por: Israel Hosman
Luis M. Alcántara hace lo que desee con su cuerpo, vida, acciones, guste o no, es su derecho, preocupante es la prensa que impone multifacéticas hazañas que van desde grandeza artística, patriótica, valentía, hasta resaltar perfomances tribales como vía para liberar la isla.
Lo preocupante es la infladera, «logros y éxitos» semejantes a los impuestos por la dictadura durante seis décadas. Se comenta que la campaña de luces de alarma del celular es ridícula y sale en El Nuevo Herald un artículo de Ferrer donde dice que fue extraordinaria la reacción de los cubanos.
Se comenta que el famoso Manifiesto 27N, es una aberración pues no tiene en cuenta que se enfrentan a la dictadura y Salinas Maldonado escribe en El país que calentó La Habana, sin dejar de citar la presencia del director de con coriza, quien se apareció a San Isidro, contra toda lógica, remetió beso para foto atira- gay, y salió campante con la misma ilógica, cuestión de que no falte «héroe» del «sociolismo».
Trabajar para obtener artículos de prensa favorables y enaltecedores, no ayuda a nadie (a no ser a los archicitados en la obtención de Grant’s, premios y subvenciones), tampoco ajusta tuercas, ni conduce a sanear la isla.
El bluf virtual daña y ensucia pues no corresponde con la realidad y las necesidades cubanas. La estrategia de imponer privilegiados, en primeras plana, un grupúsculo de superdotados genios que sonrojarían a Da Vinci, ha llegado a su máxima expresión de cortina de humo que confunde y tapa hambre, desabastecimiento, falta de medicamentos, y minimiza a los presos políticos, presos secos, olvidados por esa élite multidimencional.
En esa cantaleta deslumbrante, con cacareo de la TV cubana para que sean conocidos, no hay nada, absolutamente ningún respaldo del exilio, ni del cubano de a pie, solo eco mediático y soledad de los cubanos.
Del enemigo también se aprende, ?hasta dónde tiene razón Raúl Castro cuando dice que la disidencia en Cuba es virtual? La purga comenzó con la entrada de Yoani Sánchez al escenario, y su totalitario 14 quilos y medio, el cual suprimió cerca de tres mil blogs contra el abuso de los Castro. Desde entonces, el carnaval de quién vale, quién no, aumenta los asesinados socialmente. Cuanta persona va por la Libertad es silenciada, difaman de la vida y obra de muchos, atacan a chivos expiatorios,se niegan a pasar auditoría y decir qué han hecho con los millones que reciben para suprimir la dictadura. Hay que decirlo, tampoco es palabra que usan.
Incomprensible método que iguala con los censuradores, dirigido desde México, Madrid, y el Club « Académicos cubanos de izquierda unida » que señorea en Universidades del Norte.
A tontas, regalan premios a trote izquierdista, no hace mucho, 10 mil euros a « mengana » ; o fijan el heroísmo narrativo de « fulano », especialista en maravillosas auto-leyendas- pues lo tildan de « mercenario » en la Tv de la isla, pero mantienen en el Portal cubano de literatura. Sin que falte Wendy, yerba verde de los dos patios, para escribire loa.
Servido el bluf por los Medios santos, aire, mucho aire y billete sostiene el embullo de cuatro o cinco cincuentenarios -o muy cerca de cumplir medio siglo-que se hacen pasar por jóvenes, jugando con el destino de la tierra.
Si creen que van a callar con esos arreglos y truculencias entre mencionados por el Gdos y enaltecidos por los portales de prensa independientes, desconocen la vergüenza que impulsa a otros cubanos a buscar la verdad.
Cuba será lo que se pueda, pero con verdades. Pocos se moverán para quitar mayimbes e imponer pioneritos destacados que ni siquiera solicitan que excluyan de la Constitución « Cuba es un Estado socialista », pues es precisamente la ideologia que les anima.
Socialistas y apadrinados por Soros pisotean sangre inocente, ahogados, división de familias, miseria, vidas apagadas en el encierro, en el destierro. Muy bien que esa élite tenga sueños, que los realicen en casa de cualquier nuevo afortunado por los negocios libertarios cubanos, y dejen a los pobres cubanos tranquilos. Lo único que falta es que regalen diplomas de « socialista bueno ». La izquierda es el garrote en el cuello, el real aparato de tortura.
Observamos Mentiras contra mentiras, sin retroalimentación, roban programas, fragmentos de libros, ideas, pero no se molestan en responder en la red. Un San Nicolás del Peladero descarnado, nuevos figurones intocables que esperan salir del escóndite de la fama y entrar en cualquier puesto del Gobierno cubano, mediante un pacto que lava manos y, a su vez, lava la cara a los asesinos de La Habana.
Somos espectadores de una pieza de teatro macabra, han cortado voces, escupen sobre creencias, excluyen a disidentes ; son actores que dicen hablar en nombre de, representar al cubano, sin que medie elección por ninguna parte, o disparen chícharo que abra, al menos, un hueco dentro del totalitarismo.
Crónicas, entrevistas, informaciones mundanas donde afirman tener apoyo cuando programan « acostadas », reparten caramelos, o decenas de intelectuales acampan, de forma « espontánea », frente al Ministerio de Rojas, el socialista malo de La Habana, hermano de Rojas, el socialista bueno que los promueve. Eso sí, muchas canciones, a favor, en contra, « Vida y Muerte de las causas».
Y nadie se opone a que realicen performances, es también su derecho, molesta el mito que arrastran, el lente populista, el foco utópico que acaba por destruir la esperanza de una Cuba democrática. La izquierda no mata izquierda, aunque se ponga colorete rosado.
Influyentes que no atiran a los extenuados cubanos a luchar, a abastecer las mesas y quitarse las cadenas. Líderes del bluf bluf que distraen como en cualquier telenovela, con escenas sacadas del imaginario colonial.
Han convertido la irrealidad en pan de loas, un ejército de bots intimida en las redes sociales con el espectro de « dejar correr, todo es bueno, quien salte es extremista », en definitiva, entienden a la dictadura, mucho más que al exiliado, y merodean bajo luces hasta que puedan sumarse al gobierno represor, escalar como mandamasés sobre desinformados y necesitados.
Pero el cambio no es de sillas, es liberador de la gentuza que ha envenenado la isla y ahora germina en descendientes de pinchos, mayimbes y militares de alto grado, guerreros de Biden, antimperialistas antibloqueo, antiexilio, antiintelectualexiliado, anticubanosinpadrino. De un extremo a otro, para confundir : intelectuales superiores y gritones de pichas, con exclusividad de elenco.
El enemigo en el juego virtual no es el esbirro, es el Otro, los que dudan, se inquieten y/o señalan el aire enrarecido por « glorias, bluf y Zingaos ». Mucho, mucho bochorno.
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