Por Carlos Manuel Estefanía
Luces y sombras de un pensador español
Santiago Javier Armesilla Conde[i] es un analista político y economista español, nacido en Madrid en enero de 1982. Su trayectoria está marcada por una adhesión al marxismo que, más que enriquecer su análisis, tiende a distorsionarlo y limitar su capacidad crítica en ciertos momentos. Afortunadamente, no siempre es así; es decir, cuando se olvida de que es marxista, lo cual es usual en su discurso, aunque no se percate. En otros casos, la identificación con una ideología que ha demostrado ser fallida en múltiples contextos históricos plantea serias dudas sobre la validez de sus argumentos. Es lo que sucede cuando, a pesar de su formación académica, iguala forzadamente las críticas al estalinismo con la malintencionada leyenda negra antiespañola o cree a pie juntillas lo que se declara en la Constitución de la República Popular China, pasando por alto un análisis materialista de esa sociedad. Su tendencia a tomar en serio las declaraciones de propagandistas de regímenes totalitarios, como Corea del Norte, demuestra una falta de discernimiento crítico que limita la efectividad de su discurso. Se trata de enfoques propios de un intelectual que, en esos momentos, parece ignorar las lecciones sobre lo que fueron los socialismos nacidos de la lectura de Marx hecha por José Stalin.
Como devoto de la filosofía de Gustavo Bueno[ii], Armesilla mezcla eclécticamente el marxismo con el «buenismo», pero esta fusión no hace más que evidenciar la insuficiencia de su pensamiento. Su tendencia a justificar el marxismo a pesar de sus fracasos históricos sugiere una falta de autocrítica que afecta en momentos su análisis de la realidad política, aunque no siempre, como veremos en esta ocasión.
Sin embargo, Armesilla, aun describiéndose como un comunista tradicionalista, defiende la nación, la familia y el legado de la Iglesia católica, lo cual lo convertiría en un disidente desde la perspectiva de cualquier partido marxista-leninista. Más aún si tomamos en cuenta su libro sobre Lenin, en el que coincide con Vladímir Putin sobre su papel en la descomposición final de lo que alguna vez fue el Imperio ruso.
Originario del barrio obrero de Usera, en Madrid, Armesilla estudió en el Colegio San Viator y se licenció en Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado como investigador en el Euro-Mediterranean University Institute y ha publicado varios libros sobre marxismo y economía política, como El marxismo y la cuestión nacional española y La vuelta del revés de Marx. Su obra más reciente, Lenin. El gran error que hizo caer la URSS, a la que nos referimos anteriormente, lo convierte en un hereje, sobre todo ante quienes aún beben de lo que fue el marxismo soviético.
En su papel como secretario general de la Asociación Cultural Vanguardia Española y director del Instituto Beatriz Galindo-La Latina, Armesilla parece buscar la unidad de los países hispanohablantes bajo una visión ideológica que ignora las complejidades del mundo moderno.
En resumen, aunque sus lastres ideológicos y su rígido apego al marxismo comprometen a veces la profundidad y la relevancia de sus análisis en un mundo que exige un enfoque más pragmático y menos dogmático, lo común en sus charlas es la recopilación de información relevante y su entrelazamiento de manera inteligente, lo que constituye un buen ejemplo de análisis político. Su canal de YouTube, que ha alcanzado más de 250 000 suscriptores, refleja más un seguimiento de sus aciertos en los análisis tanto de la actualidad como de la historia, que la aceptación de sus momentos de esa retórica marxo-buenista que a menudo carece de fundamentos sólidos.
Un ejemplo de lo bueno que puede encontrarse en el canal es el video Europa No Existe. Trump lo ha demostrado[iii], y te explico por qué, en el que Santiago Armesilla ofrece un análisis polémico, pero profundamente fundamentado sobre la idea de Europa como unidad política, cultural y geográfica. Desde un enfoque materialista político, el autor desmonta la noción de Europa como entidad homogénea y revela sus contradicciones internas.
Europa: una construcción ideológica
Armesilla inicia su exposición con la humillación pública que sufrió el presidente ucraniano Volodímir Zelenski a manos de Donald Trump. Este episodio es utilizado para evidenciar la falta de soberanía e independencia de la Unión Europea frente a Estados Unidos, lo que refuerza la tesis de que Europa es un constructo geopolítico más que una entidad con poder autónomo.
Uno de los puntos clave del video es la afirmación de que Europa no es un continente, sino una península de Afro Eurasia. Armesilla presenta una serie de datos geográficos que desmienten la idea de Europa como un espacio diferenciado. Menciona límites geográficos como el cabo Fligeli en Rusia o el islote de Monchique en las Azores para evidenciar la arbitrariedad de las fronteras tradicionales.
El video también expone la diversidad cultural de Europa, desafiando la idea de una identidad europea unificada. Armesilla destaca ejemplos como la República de Calmukia, una región de Rusia donde la religión mayoritaria es el budismo, o el caso de Israel, un Estado en Asia con fuerte influencia cultural europea. Además, se menciona la situación de Turquía y el Cáucaso, regiones en las que la división entre Europa y Asia es más que difusa.
Armesilla explica que la idea de Europa como un proyecto político surge a partir del siglo XIX como una extensión de la Universitas Cristiana, con el propósito de consolidar el dominio de ciertas potencias industriales. De esta manera, el europeísmo es retratado como una ideología construida que enmascara las diferencias reales entre los países y culturas de la región.
Conclusión: un concepto inválido
En última instancia, Armesilla concluye que Europa no es una entidad real, sino una narrativa que oculta la diversidad y las contradicciones del continente. La falta de una identidad política y cultural unificada impide cualquier posibilidad de rebelarse contra el dominio de potencias como Estados Unidos.
El video Europa No Existe ofrece un enfoque refrescante y desafiante que invita a la reflexión crítica sobre el significado de Europa en el contexto global. Al deconstruir este concepto, como solía hacer en buen Sócrates con los términos aceptados en su tiempo, el politólogo español pone en evidencia las inconsistencias de la visión tradicional de Europa y abre el debate sobre su verdadera naturaleza. El deber de un intelectual es el de la estimulación del pensamiento, lo que a menudo implicaba desafiar las ideas establecidas y, por ende, provocar, es lo que ha conseguido Santiago Javier Armesilla con este video al declarar la “inexistencia” de Europa, al menos como la entendemos generalmente.
Referencias:
[i] Acerca de mí | Santiago Armesilla
[ii] FGB – Fundación Gustavo Bueno
[iii] Europa No Existe EUROPA NO EXISTE. Trump lo ha demostrado, y te explico por qué—
”La vida es una tragedia para los que sienten y una comedia para los que piensan”
Redacción de Cuba Nuestra
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