Carl Larsson, un Artista Sueco que quizás desconocías

Por Carlos Manuel Estefanía


“Fama”, decorado de techo realizado por Carl Larsson entre 1896 y 1897. Acuarela, tinta, lápiz y color corporal sobre papel. Cortesía del Museo Nacional de Suecia. Imagen de Dominio público.

El 6 de diciembre de 2023, el Museo Nacional de Suecia sorprendió al mundo del arte al anunciar la adquisición de nueve bocetos en acuarela del pintor decimonónico sueco Carl Larsson, datados entre 1896 y 1897. Estas obras, destinadas al espléndido vestíbulo dorado de la Ópera Real en Estocolmo, reflejan la visión de un artista que supo capturar la belleza y la complejidad de la vida en sus creaciones.

Carl Larsson es conocido por sus acuarelas que retratan la vida familiar, especialmente en su célebre libro “Un hogar” de 1899. Sin embargo, en ese mismo período, estuvo inmerso en la monumental tarea de decorar el vestíbulo de la ópera. Este encargo no solo le otorgó prestigio, sino que también le trajo recompensas económicas, aunque resultó ser un trabajo arduo. Aunque inicialmente recomendó a su amigo Anders Zorn para el proyecto, Larsson asumió la tarea en marzo de 1896, mientras que el techo del auditorio fue pintado por Vicke Andrén. Las obras se completaron en diciembre de 1897, justo a tiempo para la gran inauguración de la ópera al año siguiente.

Los bocetos presentan composiciones casi idénticas a las que finalmente se ejecutaron en el vestíbulo dorado. La pintura del techo, una alegoría lúdica, muestra a la diosa de la fama tocando una trompeta, rodeada de 18 niños desnudos que levantan la bandera de la unión. En las seis lunetas, Larsson narra la historia de la música en el teatro, incluyendo escenas específicas del Royal Opera. Pero, más allá de estos logros artísticos, es fundamental profundizar en la vida de este creador destacado, cuyas experiencias personales moldearon su visión artística.

Más Allá de la Idílica Imagen

Carl Larsson es recordado como uno de los artistas más queridos de Suecia, famoso por sus acuarelas que retratan la vida familiar en Sundborn, ofreciendo una visión de armonía y felicidad. Sin embargo, detrás de esta imagen idílica se oculta una vida llena de complicaciones y luchas personales. Desde su infancia en la pobreza hasta sus batallas en el mundo del arte, Larsson vivió una historia marcada por el desafío y la resiliencia.

Infancia Difícil en Estocolmo

Nacido en 1853 en Gamla Stan, uno de los barrios más empobrecidos de Estocolmo, Larsson tuvo una infancia repleta de dificultades. La relación tensa con su padre, un hombre despreciativo, y la lucha diaria de su madre, una lavandera, por mantener la paz familiar, moldearon su carácter. A pesar de estas adversidades, el joven Carl encontró refugio en el arte. Desde temprana edad, mostró un talento innato para el dibujo, lo que le permitió ingresar a la Kunstakademie de Estocolmo a los trece años, un paso crucial hacia su futuro artístico.

El Amor Desconocido: Wilhelmina Holmgren

A pesar de su amor duradero por Karin Bergöö, la historia de Larsson con la también artista plástica Wilhelmina Holmgren es un capítulo menos conocido pero significativo en su vida. Carl vivió una vida intensa y llena de tristeza junto a Wilhelmina, quien era trece años mayor que él. Su relación fue fundamental para Carl, quien llegó a afirmar que «probablemente habría perecido» sin su apoyo. Sin embargo, la historia de su vida juntos y de sus dos hijos ha permanecido en la sombra durante demasiado tiempo. Mientras que los hijos de Carl y Karin son ampliamente conocidos hoy en día, los nombres y destinos de sus hijos con Wilhelmina han caído casi en el olvido. La influencia de Wilhelmina en su desarrollo artístico fue profunda, y su prematura muerte dejó una marca imborrable en su obra. Este aspecto de su vida, a menudo oculto, es esencial para comprender la complejidad emocional del artista.

Luchas en París y Pérdidas Personales

A pesar de su talento, la vida de Larsson se convirtió en una continua lucha. En 1877, se trasladó a París, buscando reconocimiento en la meca del arte europeo. Sin embargo, este período fue sombrío: enfrentó la pobreza y la tragedia personal con la pérdida de su primera pareja, Wilhelmina, y de sus dos hijos. Este dolor lo sumió en una profunda desesperación, llegando incluso a considerar el suicidio.

El Renacimiento en Grez-sur-Loing

El destino de Larsson cambió drásticamente cuando se trasladó a Grez-sur-Loing, una aldea artística al sur de París, donde conoció a su nueva musa, Karin Bergöö, quien más tarde se convertiría en su esposa. Esta relación le garantiza un ascenso social y la seguridad que el artista necesitaba para poder crear. El nuevo entorno francés, con su suave clima y paisajes inspiradores, permitió a Larsson abandonar las rígidas normas académicas y adoptar un enfoque más personal en su arte. La pintura al aire libre, o plein air, se convirtió en su estilo preferido, capturando escenas cotidianas con una honestidad renovadora.

La colonia artística de Grez fue un punto de encuentro para creadores de diversas nacionalidades, quienes buscaban liberarse de las convenciones del arte tradicional. Larsson, junto a otros artistas como Richard Bergh y Karl Nordström, experimentó con nuevas técnicas y compartió ideas en un ambiente de colaboración y libertad creativa.

Lucha Contra el Establecimiento Artístico

A su regreso a Suecia, Larsson se convirtió en un líder del movimiento de los «Oponentes», un grupo de jóvenes artistas que desafiaron la rigidez de la Konstakademien (Academia de Arte). Su enfoque innovador y su visión de una vida familiar idealizada chocaron con las críticas de contemporáneos como August Strindberg, quien consideraba que la obra de Larsson idealiza excesivamente la vida cotidiana. Este enfrentamiento no sólo reflejó la tenacidad de Larsson, sino que también puso de relieve las tensiones sociales y artísticas de la época.

El Complejo Legado de Carl Larsson

Carl Larsson falleció el 22 de enero de 1919 en Falun, Suecia, a causa de una hemorragia cerebral. No fue solo un pintor que capturó la vida familiar; fue un hombre profundamente afectado por sus experiencias. Su legado es un recordatorio de cómo las tragedias personales y las luchas profesionales pueden entrelazarse, reflejando las tensiones de su tiempo. Al contemplar sus acuarelas, es fundamental recordar que detrás de la aparente idiosincrasia hay una historia de lucha, pérdida y superación que da vida a sus obras.

Fuentes:

Söderholm, Carolina. «Carl Larssons liv var långt ifrån en idyll.» Publicado en Populär Historia, 7/2008.
Fagerström, Linda. «Kultur Konst: Konstnärerna i Grez.» Publicado en Populär Historia, septiembre 2021.
Bergöö, Ami. «Carl Larssons och Wilhelmina Holmgrens okända kärlekshistoria.» Publicado en Populär Historia, 6/2022.
Página del Museo Nacional de Suecia: www.nationalmuseum.se
Märta Holkers. «Den svenska målarkonstens historia.» Bonnier Fakta, Estocolmo, 2001.

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