Por Héctor A. Rodríguez, PhD
Se cumplen 172 años del nacimiento del cubano epónimo José Martí, nuestro Apóstol. Para conmemorar esta fecha, el Museo de la Diáspora Cubana organizó una velada político-cultural extraordinaria.

El evento contó con una destacada lista de oradores y artistas que ofrecieron un tributo inolvidable a la vida y obra de Martí. Marcel Felipe, artífice de este museo, dio inicio a la velada con unas emotivas palabras. Invitó al público a visitar el espacio y destacó la importancia de su exposición permanente como un reflejo de la historia y cultura cubanas.
Le siguió el nonagenario luchador por la libertad de Cuba, el Sr. Diego Suárez, quien, con una lucidez envidiable, compartió anécdotas de su vida. Sus palabras llamaron a las nuevas generaciones a inspirarse en la historia y el ejemplo de Martí, reafirmando el compromiso perpetuo con la patria y recordando que, aunque la dictadura ha sido longeva, sucumbirá ante la persistencia del pueblo cubano.

A continuación, el historiador cubano Julio Shiling tomó la palabra. Luego de rendir homenaje a la trayectoria del Sr. Suárez y agradecer a los organizadores por el evento, presentó al eminente historiador Dr. Eduardo Lolo. Este último ofreció una clase magistral sobre la vida y pensamiento de José Martí, enfatizando su visión antiasocialista, tan perspicaz que se adelantó a la existencia de los regímenes socialistas modernos. Lolo concluyó su intervención recitando un hermoso poema de un libro facsímil disponible en Amazon, dejando al público inspirado y emocionado.
La parte cultural de la velada inició con el pianista, declamador y cantante Jorge Hernández, quien interpretó los Versos Sencillos de Martí con tal emotividad y profundidad que conmovió hasta las lágrimas a los presentes.

El programa continuó con la internacionalmente famosa soprano María Aleida, considerada una de las voces más agudas del mundo actual. Su interpretación de melodías cubanas, incluyendo Cecilia Valdés, fue un despliegue de madurez artística y virtuosismo que el público ovacionó con merecidos «¡bravos!». En un momento memorable, compartió escenario con el tenor Eduardo Salles para interpretar el acto final de Cecilia Valdés, un dúo que dejó al auditorio maravillado.
El maestro Isaac Rodríguez acompañó magistralmente al piano, tanto en las interpretaciones vocales como en sus propias piezas solistas de Ernesto Lecuona. Su virtuosismo despertó ovaciones que coronaron su desempeño como una de las joyas de la noche.
Mención especial merece la actriz y directora musical Alejandra Cossio del Pino, quien además fue la curadora del evento. Su impecable dirección logró regalar al público un espectáculo único, que combinó arte, historia y cultura con la calidad que merecía un homenaje de esta naturaleza. Como ella misma expresó, el evento estuvo «matizado con el color infinito de un baño marciano» que envolvió la noche dedicada al héroe nacional José Martí.
Esta velada no solo celebró a Martí, sino que reafirmó su vigencia como figura trascendental en la lucha por la libertad y la dignidad de Cuba.