¿Y qué hacemos con Palestina e Israel? Aprender de la historia

Por Carlos Manuel Estefanía

La escalada en Gaza

En medio de una creciente tensión en la región que conforman Israel y Palestina, los últimos acontecimientos han captado la atención internacional. Las implicaciones humanitarias y políticas de esta situación son profundas. A continuación, se presenta un resumen de los eventos más recientes que lo han marcado:

Hamas, la organización político militar palestina, dominante en la Franja de Gaza, ha lanzado una serie de ataques con cohetes hacia Israel con abundante repercusión mediática y en redes sociales por las víctimas causadas entre la población civil hebrea. Estos ataques han provocado respuestas militares por parte de Israel, que ha llevado a cabo bombardeos en Gaza. Como resultado, se han producido víctimas tanto en el lado israelí como en el palestino.

La población civil en Gaza ha estado en grave peligro debido a los ataques y bombardeos. Miles de personas han huido de sus hogares en previsión de una posible invasión terrestre de Israel. Esto ha llevado a una crisis humanitaria en la región, con la falta de alimentos, agua y atención médica.

Este ataque israelí ha tenido un alto costo humano, con alrededor de 2,200 muertos y medio millón de personas desplazadas en la Franja. La población de Gaza sufre un bloqueo completo por parte de Israel, lo que dificulta el acceso a alimentos, combustible y electricidad.

El objetivo de la operación israelí es erradicar por completo la capacidad militar de Hamás, que gobierna en Gaza desde 2007 y ha llevado a cabo mortales agresiones en territorio israelí. Israel ha diseñado planes ofensivos que involucran un ataque coordinado por tierra, mar y aire que llegaría al corazón de Gaza. La población de Gaza ha respondido al ultimátum israelí desplazándose masivamente hacia el sur en busca de seguridad.

La comunidad internacional, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está trabajando para garantizar que los civiles tengan acceso a alimentos, agua y atención médica en Gaza. Este éxodo masivo de la población en Gaza evoca la memoria de la Nakba, la huida o expulsión de cientos de miles de palestinos en 1947-1949, un evento que sigue siendo un elemento importante de la identidad palestina. Se ha planteado la preocupación sobre el uso de fósforo blanco en los bombardeos israelíes en Gaza, aunque Israel lo niega.

La invasión israelí en Gaza ha aumentado la posibilidad de una guerra regional, con Hezbolá en el Líbano advirtiendo que está monitoreando la situación y amenazando con tomar medidas. A su vez, Israel advierte sobre posibles consecuencias para el Líbano donde ya está incursionando.

La comunidad internacional ha observado con preocupación estos eventos. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha llamado a un inmediato acceso humanitario y ha expresado su alarma por la escalada de la violencia. Además, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha enfatizado la necesidad de abordar la crisis humanitaria en Gaza y ha señalado que la mayoría de los palestinos no están involucrados en los ataques de Hamas.

Como era de esperar el Reino Unido ya ha anunciado su apoyo a Israel enviando una flota militar que incluye un avión Poseidón P-8 y barcos de la Marina Real. El propósito de este despliegue es rastrear amenazas a la estabilidad regional y brindar apoyo logístico. Las autoridades británicas han enfatizado que esta acción no busca una escalada del conflicto.

Otro de los países que se han pronunciado es Rusia. Vladímir Putin, advirtió a Israel sobre la posibilidad de una ofensiva terrestre en Gaza y comparó el asedio de Leningrado de la Segunda Guerra Mundial con la situación en Gaza. El presidente ruso consideró que esto causaría un número «absolutamente inaceptable» de víctimas civiles. Putin criticó a Israel por su respuesta a los ataques de Hamas, calificándola de «cruel». Hizo hincapié en que más de 2 millones de personas viven en Gaza, y no todos apoyan a Hamas, pero todos sufren las consecuencias de los conflictos, incluyendo mujeres y niños. A pesar de su crítica, Putin reconoció el derecho de Israel a defenderse. Rusia afirmó estar en condiciones de mediar en el conflicto debido a sus relaciones con diversas partes involucradas, incluyendo Israel, los palestinos, grupos como Hamas y Hezbolá, Irán y las principales potencias árabes.

La situación en la región sigue siendo volátil, y la comunidad internacional teme una escalada aún mayor. La implicación de actores clave, como Estados Unidos y el Reino Unido, agrega un elemento adicional a la complejidad del conflicto. La prioridad en este momento es frenar la violencia y brindar asistencia humanitaria a los afectados.

Los orígenes

El conflicto en Palestina e Israel es una de las cuestiones más intrincadas y perdurables del mundo contemporáneo. Se halla en una encrucijada de historia, política, religión y nacionalismos de dos pueblos de origen semita enfrentados.

Comprender adecuadamente esta compleja situación requiere abordar su evolución a lo largo del tiempo, desde los inicios del movimiento sionista hasta la situación actual en Gaza. Asimismo, es de vital importancia explorar las reacciones de la comunidad internacional y considerar de qué manera podríamos avanzar hacia una solución sostenible.

La historia del conflicto palestino-israelí se remonta al siglo XIX, cuando las disputas territoriales y políticas se intensificaron en la región.

Theodor Herzl, un destacado periodista, escritor y dramaturgo austrohúngaro, desempeñó un papel fundamental al convocar el Primer Congreso Sionista en 1897, en el cual se fundó la Organización Sionista Mundial. Hersh abogó por la creación de un Estado judío, con Palestina como una de las opciones posibles. Este evento marcó un punto de partida significativo en la búsqueda de un refugio seguro para los judíos.

Los Engaños Británicos

Existe un episodio histórico crucial que contribuyó al conflicto actual: el engaño de los británicos a la población local durante la Primera Guerra Mundial.

En 1915, Gran Bretaña contactó a los líderes árabes en Palestina, ofreciéndoles apoyo en su revuelta contra el Imperio Otomano a cambio de la promesa de una nación árabe independiente en la región al término de la guerra. Este acuerdo se transmitió al jerife de La Meca, Husayn ibn Ali, líder espiritual musulmán y descendiente de Mahoma.

Sin embargo, lo que los árabes desconocían era que los británicos habían hecho una promesa similar a los judíos en Palestina. En la Declaración Balfour de 1917, el ministro de exteriores británico prometió el «establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío.» Esto se concretaría si los judíos ayudaban a los británicos en su lucha contra el Imperio Otomano.

Para cumplir con su parte del acuerdo con los árabes, Gran Bretaña envió a T.E. Lawrence, conocido como «Lawrence de Arabia», un arqueólogo especializado en Oriente Próximo, para respaldar a los árabes en su revuelta contra el Imperio Otomano. En medio de su idealización la historia ha sido popularizada, por la película británica Lawrence of Arabia de 1962 dirigida por David Lean y Peter O’Toole en el rol del T. E. Lawrence, el típico agente inglés con la misión de levantar contra sus gobernantes a los pueblos de dominados por enemigos de Inglaterra. Se trataba de la misma estrategia usada exitosamente en hundimiento del imperio español.

Lawrence se hizo amigo de Huseyn Faisal I, miembro prominente de la familia de los hachemíes y jefe de la rebelión árabe entre 1918 y 1920. Lo hará con la idea de crear un estado panárabe con capital en Damasco, exigiendo además que no ser invadido por las potencias europeas. Pero nada de esto se cumplirá. A pesar de la ayuda brindada por árabes y judíos, ninguno de los dos grupos obtuvo la independencia prometida.

 

El Acuerdo Sykes-Picot y el Tratado de Sevrès

Parte fundamental de este proceso fue el llamado Acuerdo Sykes-Picot, un pacto secreto entre los ministros de exteriores británico y francés que establecía la división de Oriente Próximo entre ambas naciones al final de la guerra. Esto resultó en un golpe devastador para T.E. Lawrence, quien se sintió traicionado por su propio gobierno. Lawrence tenía la esperanza de que el tratado firmado por Sikes y Picot, quedase al final en papel mojado. Pero el acuerdo quedó ratificado con el tratado de paz de Versalles de 1919, firmado al finalizar la Primera Guerra Mundial, dejando a Faysal I sin recibir nada de lo prometido por su aliado británico en pago por la rebelión árabe contra los turcos.

Finalmente, el Tratado de Sevrès en 1920 ratificó la desintegración del Imperio Otomano y el establecimiento de nuevos países en Oriente Próximo bajo la tutela de Francia y Bretaña, incluyendo Palestina. Esta división territorial y la llegada de miles de judíos a la región provocaron una creciente tensión entre las comunidades árabes y judías.

En cuanto a Lawrence, el antiguo agitador de los árabes, hay que decir que murió en un accidente de motocicleta en Inglaterra en 1935. Existe la teoría de que fue asesinado por los servicios de inteligencia británicos debido a sus críticas a la política colonial de Gran Bretaña en Oriente Medio.

Nace el  terrorismo

El conflicto en Palestina entre las comunidades judía y árabe, junto con el mandato británico, dio lugar a un contexto donde el terrorismo se arraigó profundamente.

Si bien las tensiones eran palpables en ambas comunidades, el epicentro del terrorismo emergió en la comunidad judía, donde como vía para mantener a raya a la población árabe mayoritaria y de paso lograr la independencia de la dominación británica surgieron organizaciones armadas clandestinas. Estos grupos en principio de autodefensa no tendrán reparos en usar el terrorismo, sembrando en el territorio una terrible practica que se extiende hasta hoy.

En 1920, Jaim Weizmann, Ben Zvi y Ben Gurión crearon en Tel Aviv la organización militar secreta Haganah, sin parangón entre los árabes que se les oponían.

La posición de los hebreos en la región se fortaleció con la llegada al poder de Adolf Hitler, quien provocó la llegada de unos 165 mil nuevos inmigrantes judíos, en su mayoría alemanes, a la zona.

Para 1938, la Haganah contaba ya con 21 mil miembros fusionándose con otra organización militar supuestamente disuelta en 1931, Irgún Zevai Leummi.

En 1939, se produjo un cambio notable, la ruptura de la alianza entre la Organización Sionista y el Reino Unido. Algo difícil de explicar, pesando que es el año en que Inglaterra le declara la guerra al estado judío-fobo Nazi.

Los judíos de la zona palestina se dedicarían a luchar contra los ingleses y no faltará quien esté dispuesto a aliarse con el propio Hitler en esta lucha.

Los sionistas que tocaron la puerta nazi

Avraham (Yair) Stern, un judío nacido en Polonia en 1907, desempeñó un papel fundamental en el panorama de la lucha armada sionista. Durante sus años de formación, sus padres lo enviaron a estudiar en Palestina. Sin embargo, fue la Sublevación del Muro de las Lamentaciones en 1929 lo que marcó un punto de quiebre. Este conflicto, enfrentó a musulmanes y judíos por el acceso al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén, dejó un saldo de víctimas mortales en ambas comunidades, intensificando la hostilidad entre las tres partes, los judíos, los musulmanes y los ocupantes ingleses.

Stern reaccionó ante estos eventos y se unió a las filas de la recién creada Haganah. Luego, en 1931, fundó un grupo paramilitar llamado Irgún Tzvaí Leumí, también conocido como Etzel, que se enfrentó no solo a los árabes, sino también a las autoridades británicas.

Stern ganó una beca para estudiar en la Italia fascista. Recordemos que el fascismo en su origen contó con el respaldo de los judíos italianos, quienes vieron en el movimiento mussoliniano una serte de protección contra los partidos tradicionalistas a los que asociaban con el antijudaísmo.

En Italia, el joven sionista, pero utilizó la mayor parte de su tiempo allí para conseguir armas y municiones para la resistencia antibritánica. 

Hoy se olvida que Mussolini, si bien prefería que los judíos de Italia se adhirieran a su nacionalismo, no tenía inconvenientes en que el resto de los ellos formara su propio Estado. Consideraba, por ejemplo, que era necesario separar políticamente a judíos y árabes en Palestina, proponiendo la partición del territorio, ganándose con ello la admiración de Vladimir Jabotinsky, fundador del sionismo revisionista y figura clave en la formación de la ideología sionista. Jabotinsky también pasó tiempo en la Italia fascista durante sus años de formación ideológica y consideraba aquel país como «una patria espiritual». En 1934, el movimiento juvenil Betar de Jabotinsky se alió con Mussolini y estableció una base naval al norte de Roma. Este movimiento adoptó ideas y símbolos fascistas. La idea de los fascistas italianos, en su expansión por el Mediterráneo, era debilitar la influencia británica en la región. Apoyar el sionismo en su lucha contra el Mandato Británico en Palestina fue parte de esta estrategia.

Es muy posible que Mussolini se encontrara bajo el influjo de su amante, la intelectual judía Margherita Sarfatti. Pero todo comienza a venirse abajo a partir en 1936, año en que el gobierno de Italia, a fin de estrechar su alianza con el Alemania, se distancia de sionistas y deja de recibirlos.

A pesar de las evidencias, todavía en 1938 militaban en las filas fascistas más de 10.000 judíos italianos, muchos de ellos destacados en la represión de los enemigos del partido mussoliniano, como fue el caso de Aldo Finzi, o algunas de las grandes lumbreras con las que se prestigiaba la ciencia del estado totalitario, caso emblemático lo tenemos en el fisiólogo y maestro Masón Carlos Carlo Foà, Premio, entre otros muchos méritos, de la Accademia Nazionale dei Lincei (1929), institución de la que fue miembro Foà también era director de la revista de divulgación científica Sapere, Por su origen judío el científico vio obligado a Refugiarse en Brasil. La introducción en el año 38 de leyes racistas por el régimen fascista desencadeno una ola de frustraciones y desencantos que llevaron a suicidios, migraciones y conversiones religiosas forzadas al catolicismo entre sus numerosos militantes hebreos, esos mismos que tanto habían apoyado al fascismo como un freno a la tradicional judeofobia italiana.

Mientras tanto, al otro lado del mediterráneo y en la medida que avanzaba la década de 1930, Stern pasó del contrabando de armas al contrabando de personas, asumiendo la responsabilidad del desembarco de inmigrantes judíos “ilegales”, es decir, aquellos a los que los británicos intentaban impedir que llegaran a Israel.  También estuvo en negociones con el gobierno polaco para fomentar la emigración de sus correligionarios a Palestina. Incluso dirigió bases en Polonia para entrenar a judíos para que se convirtieran en luchadores por la libertad.

Cuando Irgun decide detener sus operaciones antibritánicas al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, se separa de ella y funda lo que se convertirá en Lehi –los Luchadores por la Libertad de Israel– y comenzó a volar oficinas del gobierno británico y a atacar a sus fuerzas militares y policiales.

Yair intentó forjar vínculos con la Alemania nazi en el apogeo de la Segunda Guerra Mundial. Esto a pesar de que desde principios de 1941 se conocía la situación de los judíos en la Europa ocupada por la Alemania nazi. Yair, por un lado, se justificaba con la creencia de que después de que Hitler capturara Polonia, no sabría qué hacer con los judíos de allí. En ese sentido, era importante llegar a un acuerdo con los alemanes, pues de lo contrario, los judíos de Europa serían exterminados. Al mismo tiempo, consideraba que el enemigo era Gran Bretaña, que pudo salvar millones de judíos y no lo hizo porque estaba interesada en su exterminio, para poder preservar el dominio árabe de esas tierras. No veía valor en ayudar a los aliados, sino en llegar a un acuerdo con los alemanes para salvar a los judíos de Europa transfiriéndolos a lo que para los judíos se denominaba ya entonces Hertz Israel. Alemania haría esto a cambio de apoyo en la guerra de los sionistas contra los británicos. Pensaba que miles de jóvenes judíos podrían ser reclutados para el ejército y armados, y luego transferidos a las costas de artes Israel, con el fin de abrir una campaña contra los británicos para liberar su nueva patria. Así es como los judíos conseguirían un país y Alemania se libraría de una importante base británica en Oriente Medio.

Yair eligió para esta misión a Naphtali Lubenchik. A finales de noviembre de 1940, viajó a Beirut de la Francia de Vichy y contactó con el Dr. von Hentig, un diplomático profesional del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán que era el jefe de la división de Oriente Medio. Lubenchik, que fue introducido de contrabando en el Líbano y llegó sano y salvo a Beirut, fue recibido por von Hentig a finales de 1940. Lubenchik le propuso transmitir a Berlín la propuesta del Irgun Tzvai Leumi be-Eretz Israel, mediante la cual Alemania ayudaría a establecer un estado judío en Eretz Israel y permitiría que los judíos del territorio ocupado por los nazis inmigraran y se establecieran allí. Mientras tanto, la organización seguiría luchando para expulsar a los británicos del territorio. Según von Hentig, esta propuesta fue devuelta al Ministerio de Asuntos Exteriores en Berlín, pero no recibió respuesta alguna el Reich estaba interesado en soliviantar a los pueblos musulmanes sometidos al imperio británico que en establecer Estado judío que de poco serviría a sus objetivos militares. Lamentablemente para los alemanes, en esto de usar en favor suyo a los musulmanes enfrentándolos contra sus opresores coloniales, no tuvieron en mismo éxito que los británicos cuando hicieron lo mismo contra los otomanos en la primera guerra mundial. Evidentemente les faltaba la escuela inglesa de agitadores y por tanto su propio Lawrence de Arabia,

La inteligencia británica encarcela Lubenchik. En 1944, lo enviado a un campo de deportación ubicado en Sembel donde enferma y muere.

Después del fracaso de Lubenchik, Yair envió en 1941 a su ayudante, Natan Friedman Yellin-Mor a Europa en una triple misión: 1) negociar con los nazis un plan conjunto para traer cientos de miles de judíos a Israel; 2) contactar con algunos de los gobiernos balcánicos, ya que tenían un poco de independencia de los alemanes, para convencerlos de que enviaran a sus judíos a Israel; 3) persuadir a los judíos balcánicos a hacer alianzas por cualquier medio posible.

Gera llegó a Siria, pero luego Yair lo convocó de regreso debido a una crisis en el movimiento. A su regreso, fue arrestado por franceses y británicos y llevado al campo de detención de Mizra. Fue allí donde se enteró del asesinato de Yair. Stern había sido localizado en un escondrijo y abatido por las autoridades británicas el 12 de febrero de 1942.

Existían antecedentes de contactos judío-nazis dentro de lo que se denomina sionismo revisionista. Una rama del movimiento que cree en un fuerte orgullo nacional el derecho de los judíos a establecer su propio Estado en toda la Tierra de Israel, que incluía el territorio del Mandato Británico de Palestina y lo que hoy es Jordania.

Las primeras conexiones reales de los sionistas con la Alemania nazi las logró el Dr. Haim Arlosoroff, director político de la Agencia Judía para Palestina, en 1933. Se trataba de un acuerdo de transferencia por el que se logró que decenas de miles de judíos alemanes emigraran a Erez Israel.

Cierta conexión la tuvo Georg Kareski, líder judío que planificó un programa de evacuación para sacar a medio millón de judíos de las manos del Reich. Su propuesta atrajo el interés del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. La idea no era del todo descabellada pues todavía en aquella época, el régimen nazi se debatía en el dilema de desterrar a los judíos de Europa, tal vez a Madagascar u otro lugar o de erradicarlos por completo. Kareski pidió la aprobación para su proyecto del antes mencionado líder del revisionismo, Vladimir Yevgenyevich Zhabotinsky. Por razones desconocidas, Jabotinsky se negó.

Otro acuerdo con los alemanes fue iniciado por un líder revisionista, Zvi Herman Segal, quien salvó a los judíos de Danzig e incluso logró traer sus propiedades a Israel un poco más tarde.

El destacado académico, rabino y líder sionista Alexander Atmann, un judío nacido en el imperio austrohúngaro intentó negociar a distancia la salvación de sus compatriotas. Utman fue un hombre de gran prestigio dentro de su comunidad religiosa. En 1931, recibió un doctorado en filosofía de la Universidad de Berlín y la ordenación sacerdotal en el Seminario Rabínico Hildesheimer de Berlín, donde enseñó desde 1932. Se desempeñó como rabino en Berlín a partir de 1931 y fundó allí el Rambam Lehrhaus, un instituto público para la educación de adultos en 1935. Altmann se vio obligado a huir de Alemania en 1938, exiliándose finalmente en Inglaterra. Desde allí firmó un documento dirigido al almirante Ortho, el dictador profacista húngaro, en 1944 instándolo a evitar la deportación de judíos de su país. No podemos asegurar si fue por este motivo u otro, lo cierto es que Miklós Horthy, suspendió aquel mismo año las deportaciones de los hebreos, hasta que los nazis invaden el país y le obligan a colocar un mandatario más dócil a sus intereses raciales, con lo que se reanudan las deportaciones de judíos húngaros. Se ha dicho que Inglaterra hab5ría boicoteado los esfuerzos de Atmann, pero esto no es fácil demostrarlo.

Continúa la violencia

Veamos, a manera de ejemplos, tres de los más emblemáticos actos terroristas perpetrados por organizaciones sionistas durante el Mandato Británico en Palestina:

1. Ataque al Hotel Rey David: El 22 de julio de 1946, el grupo Irgún llevó a cabo un atentado en el Hotel Rey David en Jerusalén, donde las autoridades del Mandato Británico tenían su sede. El ataque resultó en un alto número de víctimas mortales, incluyendo británicos, judíos y árabes.

2. La Noche de los Puentes (1946): El Palmah, una rama de la Haganah llevó a cabo la destrucción de once puentes a lo largo de Palestina en la «Noche de los Puentes», en respuesta a los acontecimientos en la región. Este acto tuvo un impacto significativo en la infraestructura de Palestina y aisló aún más a la región.

3. Atentado contra el Conde Folke Bernadotte: El conde sueco Folke Bernadotte fue designado para mediar en el conflicto entre árabes e israelíes. Sin embargo, fue asesinado en Jerusalén el 17 de septiembre de 1948 por un comando de Lehi.

Cuando tiene lugar la masacre del Hotel King Davud elcomandante militar británico de Palestina era el general Evelyn Hugh Barker, quien había sido objeto de varios intentos de asesinato.  Éste propuso al gobierno británico medidas radicales para detener el terrorismo, tales como ejecutar inmediatamente a todo terrorista en el mismo sitio de su captura, destruir el Haganah y el Palmach mediante ataques a los kibbutz que albergaban a sus miembros. Nada que no se hubiese hecho antes contra los independentistas de cualquier territorio ocupado por Inglaterra. Sin embargo, Londres no solo se negó a aprobar las propuestas, sino que un año después destituyó al mismo general Evelyn Hugh usando como pretexto la creciente agitación y violencia en la región, que estaba relacionada con el conflicto entre las comunidades judía y árabe en el Mandato Británico de Palestina. Cualquiera pensaría que el divide y vencerás nada tenía que ver con las intenciones de aquel tipo de administración imperial.

Las tensiones se habían intensificado en 1946 con el inicio de la llamada Operación Agatha, dirigida a desarmar a las milicias judías y arrestar a sus líderes en un intento de mantener el control de la situación. Esto llevó a una violenta respuesta por parte de las organizaciones sionistas, en particular el Irgún, que realizó contundentes ataques y acciones de represalia.

Barker, quien llegó a odiar a todos los judíos, sionistas o no, fue reemplazado por el general Sir Alan Cunningham, quien asumió el cargo de Alto Comisionado de Palestina y comandante en jefe de las fuerzas británicas en Palestina. Cunningham también enfrentó dificultades en su intento de manejar la situación en Palestina antes de que el Mandato Británico llegara a su fin en 1948 y se creara el Estado de Israel. nacerá como poco antes lo había hecho la independencia de la india, marcado por la violencia étnica, el signo típico de la descolonización inglesa. Lo importante será que, pese a sus etapas de acción terrorista, el sionismo y el imperialismo británico volverán a ser amigos, estableciendo una colaboración que se reactiva en estos días.

Además del significado de que de todas las propuestas que ha habido, de Madagascar a Prusia, pasando por Japón, la creación del propio Israel haya tenido lugar en territorio controlado hasta el momento y de manera exclusiva por el Reino Unidos, es decir al amparo del imperio británico, la señal más clara de esta reconciliación la tendremos pronto durante La crisis del Canal de Suez en 1956 en territorio egipcio. El conflicto generó la nacionalización del Canal de Suez por el dirigente egipcio Gamal Abdel Nasser.

Aquí se enfrentaron a Egipto una alianza formada por Gran Bretaña, Francia e Israel. La colaboración del flamante estado con las dos potencias coloniales fue el resultado de un acuerdo secreto que fue firmado en Sèvres, en las afueras de París, en el cual se selló la cooperación militar de Gran Bretaña, Francia e Israel contra Egipto.

Evidentemente, con el nacimiento del estado sionista, no será la ya desaparecida Alemania Nazi la que contará con ese enclave estratégico que le ofrecía Avraham (Yair) Stern. La que ha ganado es Inglaterra.  Ella lejos de perder es la que había ganado, con el proceso “descolonizador” en este caso una magabase militar en forma de “estado soberano”. Una ex posesión que llamativamente, a diferencia del resto de sus antiguas posesiones, no será parte de la Mancomunidad de Naciones, acaso para así evitar dudas de su independencia. Entiéndase así porque irremediablemente los medios e internacionales políticas que sirven al imperio británico hoy se decantan en favor de los que antaño combatían a ese mismo poder bombas en mano.

Hamás, aprendiz del sionismo

Hamás, el Movimiento de Resistencia Islámica, surgió en 1987 en el contexto de la Primera Intifada palestina. Inspirado en los Hermanos Musulmanes de Egipto, Hamás se distinguió por su enfoque nacionalista, islamista y yihadista. Su oposición a las políticas de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y su crecimiento, impulsado por las Brigadas de Ezzeldin al-Qassam, llevaron a una posición más conservadora y beligerante en la sociedad israelí.

La transformación de Hamás de un grupo militante a un partido político ha tenido un impacto significativo en la dinámica del conflicto. Hamás rechazó unirse a la Autoridad Nacional Palestina en 1994 y llevó a cabo una campaña de ataques con bombas contra Israel, siendo catalogado como grupo terrorista por varias naciones, aunque a decir verdad no ha hecho algo muy diferente a lo que hicieran muchos de los padres fundadores del estado sionista, usar el terrorismo como vía para alcanzar sus objetivos políticos, es decir la puesta en escena de una antigua tradición hebrea que se remonta a los zelotes y sus sicarios cuando luchaban contra Roma.

La intransigencia hacia Israel de Hamas combinada con su crítica, nada infundada a la corrupción de la Autoridad Palestina, contribuyó al crecimiento del movimiento extremista, especialmente durante la Segunda Intifada a finales de 2000.

La victoria electoral de Hamás en 2006 generó tensiones con Al Fatah y una posterior división en Palestina. Esto culminó en el control de la Franja de Gaza por Hamás en 2007 y el aislamiento de Gaza, mientras que Cisjordania quedó bajo el poder de Al Fatah. Esta fractura en la política palestina ha complicado aún más la búsqueda de soluciones.

Esta facción político-militar extremista, ha sido un elemento clave en la ecuación. Sorprendentemente, Hamas si bien no pueda asegurarse que fuera una creación de Israel, contó en un momento con todas las facilidades que podría ofrecerle el estado sionista, para que se convirtiera en la competencia de la i OLP de Yasir Arafat. Al final la fortaleza de esta facción política es tal, que a menudo oprime a la población palestina a la que proclama defender.

Para muchos analistas Hamas es instrumentalizada como un enemigo necesario para el sionismo. Algunos argumentan que su existencia permite a Israel avanzar en su plan de expansión y dominio. La verdad es que cada vez que los hombres de Hamas aniquilan a un ciudadano de a pie, borran con su bombazo la imagen de los pecados de Israel. Tampoco es menos cierto que la metralla del ejército del estado judío contra una población inerme provoca la aceptación por aquella del comportamiento de Hamas, convirtiéndola en cantera donde reclutar. Así es la dialéctica de los demonios cuando se enfrentan, el mal que hace el contrario les da más fuerza.

La Importancia de la cobertura mediática

La cobertura mediática del conflicto también desempeña un papel esencial en esta interacción. Se ha criticado a la prensa occidental por su doble rasero en la atención a las víctimas del conflicto. Se argumenta que se exponen víctimas «dignas» e «indignas», lo que conduce a un enfoque desmedido en las víctimas israelíes en comparación con las víctimas palestinas. Esta disparidad en la atención mediática plantea cuestionamientos sobre la objetividad y la ética en la cobertura del conflicto.

Evolución de las tácticas de violencia

El conflicto también ha presenciado una evolución en las tácticas de violencia empleadas. Mientras que en el pasado se utilizaron bombardeos y confrontaciones directas, hoy en día, las fuerzas israelíes han adoptado tácticas más invisibles, como inutilizar edificios y convertir espacios domésticos en ambientes de guerra. Esta adaptación en las tácticas de violencia plantea interrogantes sobre la continua sofisticación del conflicto y sus consecuencias.

La situación actual en Gaza es desgarradora, con una escalada del conflicto que ha llevado a un desplazamiento masivo de la población y una grave crisis humanitaria. El reciente ataque de Hamás contra Israel desencadenó una orden de evacuación por parte de las fuerzas israelíes, afectando a una gran parte de la población en Gaza. Esto ha generado preocupación, ya que las advertencias sobre graves consecuencias humanitarias no se han hecho esperar.

El número de víctimas civiles y la destrucción de infraestructura es alarmante. Las críticas a la evacuación propuesta por Israel se han multiplicado, y la comunidad internacional se encuentra dividida en sus opiniones sobre el conflicto. La respuesta varía desde el respaldo de Estados Unidos a la guerra contra Hamás hasta el llamado de la Unión Europea para dar más tiempo a la evacuación antes de cualquier intervención militar.

El desafío de las soluciones

La búsqueda de una solución pacífica y sostenible es más urgente que nunca. Diversos actores en la comunidad internacional han propuesto esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego. Por ejemplo, Rusia ha presentado una resolución ante la ONU para un alto el fuego en Gaza y la entrada de ayuda humanitaria.

No obstante, el conflicto sigue siendo una cuestión espinosa y de relevancia internacional. La población civil en ambas partes sufre las consecuencias, y el desafío de abordar esta crisis en medio de una escalada del conflicto persiste.

Para avanzar hacia una solución sostenible, se requieren esfuerzos tanto a nivel nacional como internacional. Las siguientes recomendaciones podrían ayudar a allanar el camino hacia la paz:

1. Negociaciones de Paz Renovadas: Se debe impulsar un nuevo diálogo entre las partes involucradas, con el apoyo activo de la comunidad internacional. Este diálogo debe incluir la discusión de temas clave, como las fronteras, los refugiados y el estatus de Jerusalén.

2. Respeto al Derecho Internacional: Ambas partes deben comprometerse a respetar el derecho internacional y los derechos humanos. Esto incluye poner fin a la construcción de asentamientos ilegales en Cisjordania y evitar acciones que pongan en peligro la vida de civiles.

3. Ayuda Humanitaria Continua: La comunidad internacional debe proporcionar asistencia humanitaria constante para aliviar el sufrimiento de la población civil en Gaza. Esto debe hacerse sin condiciones políticas y sin demoras indebidas.

4. Inversión en Educación y Diálogo Intercultural: Promover la educación y el diálogo intercultural entre jóvenes israelíes y palestinos puede contribuir a una futura generación más abierta a la coexistencia pacífica.

5. Protagonismo de las Voces Moderadas: Las voces moderadas en ambos lados deben ser apoyadas y alentadas. Que se escuchen los sectores anti expansionistas de Israel comenzando por los religiosos ortodoxos que condenan cualquier tipo de abuso con los palestinos.

Lo anterior puede evitar una mayor tragedia inmediata. A largo plazo esto podría implicar tante una reforma positiva del estado de Israel como el fortalecimiento de la actual Autoridad Palestina, de su capacidad para gobernar efectivamente y a la larga para neutralizar cualquier acción terrorista que venga de su población. Recuérdese que hoy gobierna El Movimiento Nacional de Liberación de Palestina (por lo general se prefiere usar su nombre en árabe Al Fatah, que en estos momentos resulta la versión más moderada de aquella combativa organización creada en 1959, bajo los auspicios de la Liga Árabe por el en su momento muy belicoso Yaser Arafat.  Una organización que pronto recibirá apoyo militar del hoy extinto campo socialista. Pero las cosas han cambiado mucho desde entonces.  Al Fatah no solo busca una solución pacífica entre Israel y Palestina, sino que incluso reconoce al estado judío. El reconocimiento del otro es el primer paso para negociar.

En resumen

El conflicto palestino-israelí es un desafío monumental, pero no imposible de superar. Lo importante es mantener la distancia entre los dos extremos. La condena al terrorismo de Hamas no puede llevarnos a identificar con esa organización toda la población musulmana en general. Tampoco conducirnos a respaldar las tesis y prácticas del nacional sionismo. Mucho menos tenemos que aplaudir las acciones punitivas aplicadas por las fuerzas armadas israelíes contra la población civil de Gaza. Aquella es tan inocente como lo han sido los ciudadanos israelíes víctimas del terrorismo árabe, es decir de quienes presuntamente buscan acabar con el estado hebreo y que no han hecho más que fortalecerlos de cara al mundo occidental, no solo ahora sino cuando la OLP, en asociación con grupos terroristas europeos, puso bombas, secuestró y mató dentro y fuera de Israel.

Tanto lo que fue por décadas Al Fatah de ayer como lo es el Hamas de hoy, solo han conseguido con estos violentos actos favorecer a su enemigo, mientras que el pueblo palestino hace de Escudo humano. Evidentemente quiere repetir la historia del terrorismo sionista dándoles su propia medicina, al estilo de los que hizo la resistencia cubana contra los castristas cuando tras hacerse los segundos del gobierno. Lo que no supieron, ni unos ni otros de estos aprendices, es que el éxito de los enemigos que ahora imitaban no se debió al terror por ellos aplicado. Si ascendieron al poder esto fue posible por el contubernio con por lo menos un sector de los que antes mandaban, no es el caso de la Cuba Comunista como tampoco del Israel Sionista con relación a quienes los han enfrentado usando el terror. A lo sumo podemos sospechar que los sionistas más astutos y menos compasivos se froten las manos cada vez que Hamas hace de las suyas. La historia nos enseña que ningún estado se viene abajo por la acción de los terroristas, y que tales crímenes solo generan compasión por los que matan.

Por otro lado, el rechazo al sionismo o a la dudosa justificación religiosa, histórica o política del surgimiento del nuevo estado israelita no debe llevarnos a apoyar a quienes masacran a ciudadanos inocentes o incluso a comulgar con aquellos que, desde el nacionalismo musulmán, proclaman la necesidad de que no exista un estado hebreo en la región mientras defienden el mantenimiento de estados nacionales árabes, lo que resulta contradictorio con las enseñanzas universalistas de su profeta sobre La umma es decir la comunidad de creyentes del islam1, como lo son las ideas sionistas frente a las ideas ortodoxas hebreas que tantas protestas generan dentro del propio Israel. Allí no solo viven sionistas, existen además pacifistas seculares, e incluso grupos religiosos que se oponen a la ideología fundacional del estado vigente.

Etiquetados como sectarios, estos grupos a menudo son objeto de críticas, en la prensa sionista o en producciones audiovisuales de amplio consumo. Esto se evidencia en series como «Shtisel,» una obra dirigida por Alon Zingman, cuya primera parte se estrenó en 2013. Sin embargo, la crítica a las costumbres y creencias de los judíos ortodoxos no se limita a Israel, el ataque puede venir también desde afuera, por ejemplo, con producciones como la miniserie germano-estadounidense «Unorthodox,» dirigida por María Schrader. Es algo que refleja un cambio inusual en la narrativa alemana sobre judíos a partir de la mala conciencia creada por la llamada Solución final. Aquí la realizadora rompe el tabú de no criticarlos y para ello se vale de los hebreos conservadores. Lo hace atacando sus costumbres patriarcales, las mismas que les han permitido llegar a nuestros días en medio de destierros y pogromos. Schrader lo hace escudada en la de moda feminista y por eso puede ser perdonada. 

Estas series, gracias a sus innegables méritos artísticos y su capacidad para despertar interés en la cultura hebrea, han alcanzado un éxito internacional y están disponibles en servicios como Netflix, entre otros.

Muchos de estos movimientos religiosos que reciben el bombardeo de los medios, cada vez que se enfrentan al estado israelí, por ejemplo, con motivo de la represión sanitaria durante el COVID 19, pertenecen a la denominación judía jaredí. La relación de esta comunidad con el sionismo ha sido históricamente complicada. Antes de la creación del Estado de Israel, la mayoría de los judíos jaredíes se oponían al sionismo. Según su creencia, Dios castigó a los judíos destruyendo el reino de Israel, y solo el Mesías podrá restaurarlo. Aunque algunos miembros de esta comunidad han adoptado posturas más pragmáticas y han participado en la política, en general, consideran que el «culto» al Estado de Israel equivale a una forma de idolatría. A pesar de que algunos de ellos prestan servicio militar, su enfoque se centra en actividades religiosas y no en el combate.

La actitud de los judíos jaredíes hacia los palestinos y el conflicto palestino-israelí puede variar ampliamente. Aquellos que priorizan sus creencias religiosas y su comunidad suelen mostrar apatía hacia el conflicto político, ya que consideran que su compromiso principal es con su fe y su estilo de vida religiosa.

Pero existen grupos mucho más comprometidos con la solución del problema palestino. Un buen ejemplo lo tenemos en Naturei Karta, cuyo nombre significa «Guardianes de la Ciudad,» en referencia a la verdadera fe. Naturei Karta se fundó en 1938 en Jerusalén durante el Mandato Británico. Nació como un desprendimiento de la organización Agudas Yisroel, creada en 1912 para luchar contra el sionismo. Sin embargo, según sus disidentes de Naturei Karta el grupo original se dejó llevar gradualmente por el dinero y la fama, vendiéndose al «Becerro de Oro» del nacionalismo judío.

La sólida ideología antisionista de estos «Guardianes de la Ciudad», los ha llevado a respaldar la causa palestina. En el marco de su activismo, han mantenido diálogos tanto con el expresidente iraní Mahmud Ahmadineyad como con el difunto líder palestino Yaser Arafat, a quien creen que fue asesinado por los sionistas. Estos contactos a menudo se utilizan para desacreditar al grupo.

Una de las más recientes acciones realizadas por el pacifismo ortodoxo judío, tuvo lugar una manifestación a favor de Palestina en Times Square, Nueva York, el 9 de octubre más reciente, lo que generó una reacción negativa por parte de la gobernadora de la ciudad, Kathy Hochul, quien consideró que respaldar a Palestina equivale a respaldar la violencia. Uno de los manifestantes, Eugene Puryear, argumentó que las autoridades de la ciudad intentaron limitar su capacidad para expresarse, alegando que no deseaban que la voz de los palestinos se escuchara en Nueva York. Según él, la resistencia al apartheid no debe ser catalogada como terrorismo. La existencia de esta forma de ver el conflicto, dentro de la comunidad hebrea tanto en Israel como en el extranjero, aun cuando todavía represente a un sector minoritario, también puede sentar bases para llegar a acuerdos entre dos pueblos que, cual, si fueran objetos de un cruel experimento maltusiano, por décadas se han desangrado.

Usar los crímenes nazis como justificación de la creación de un estado hebreo puede cuestionarse desde el hecho de que nadie se ha propuesto sobre esa misma tesis crear uno gitano, de comunistas o de homosexuales, otros de los sectores que también fueron perseguidos. La solución a esa tragedia es crear sociedades donde no exista la menor discriminación por motivos raciales o religiosos. Lamentablemente no es el caso de Israel. Sin ahí está ya es una realidad sociológica y una comunidad humana fabricada por varias generaciones de inmigrantes que no tiene porqué desaparecer siguiendo la lógica de cualquier nación establecida. Usar sus orígenes para eliminarla sería el equivalente a matar a un niño por ser concebido en una violación. La solución no es matar al niño sino hacer todo lo posible para que las violaciones no se repitan.

Otra cuestión importante es la necesidad de reformar dicho estado para que no haya discriminación de sus ciudadanos por razones de creencias u origen étnico. De cualquier modo, el problema actual ya no es lo que ocurrió hace medio siglo, ni siquiera la semana pasada; es lo que está sucediendo en Gaza. En lugar de avivar el odio y tomar partido por uno u otro bando, señalando sus muertos y criminalizando al otro, lo que debemos hacer, dadas nuestras limitadas posibilidades de influir en las políticas internacionales de nuestros gobiernos como ciudadanos del mundo, es instar a estos a buscar soluciones pacíficas para poner fin a la violencia, el sufrimiento y la inestabilidad en la región.

Al final está comprobado que el diálogo es posible incluso con el enemigo irreconciliable cuando de salvar vidas se trata. Lo ensayaron los sionistas con sus archienemigos nazis y otro tanto han hecho los Guardianes de la Ciudad con representantes de dos comunidades musulmanas una sunita y la otra chiita. Deberían aprender de ellos quienes antes aprendieron a combatir con las armas. En definitiva, la paz en Palestina e Israel es un objetivo noble y un deber moral para la comunidad internacional, pero sobre todo para las partes involucradas son ellas las que tienen que sentarse a hablar.

Fuentes:

  1. Jessica Guynn and Will Car les, Hamas feeds ter ror digit ally, USA TODAY US Edition · 13 Oct 2023
  2. Dani Sheridan, Britain to send war ships in show of supp ort for Israel.The Daily Telegraph · 13 Oct 2023
  3. Bethan McKerna, Thousands flee ahead of expected invasion of Gaza The Guardian · 14 Oct 2023
  4. Steve Hendrix, Louisa Love luck, Claire Parker, Miriam Ber ger, Amanda Coletta and Karen Israel orders 1 million Gazans to leave. The Washington Post · 14 Oct
  5. Antonio Pita, Emergencia total en Gaza, El País · 15 Oct 2023  
  6. Reuters, Putin advierte a Israel contra el uso de tácticas en Gaza como el asedio nazi a Leningrado. https://news.yahoo.com/putin-israeli-ground-operation-gaza-093055965.html
  7. Constanza Vacas, ¿Cómo y cuándo nació Israel como país? https://historia.nationalgeographic.com.es/a/como-cuando-nacio-israel-como-pais_20301
  8. Eduardo Baura García, La traición británica en el conflicto de Palestina. https://theconversation.com/la-traicion-britanica-en-el-conflicto-de-palestina-204510
  9. J. M. Sadurní, Lawrence de Arabia, de héroe a traidor. nationalgeographic.com.es
  10. El Mundo Árabe, LA VERDADERA HISTORIA DE TE LAWRENCE DE ARABIA. https://elmundoarabe.org/la-historia-de-lawrence-de-arabia
  11. Alex Atman, Hamas: El enemigo necesario del sionismo, https://www.elquintopoder.cl/internacional/hamas-el-enemigo-necesario-del-sionismo/
  12. Efraim Davidi. LA CRISIS DEL CANAL DE SUEZ EN 1956: EL FIN DE UNA ÉPOCA EN EL MEDIO ORIENTE Y EL COMIENZO DE OTRA, HAOL, Núm. 10 (primavera, 2006), 145-153 ISSN 1696-2060, https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2195711
  13. Beatriz María Gutiérrez López, EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE INSURGENCIA CONTEMPORÁNEA: EL CASO PALESTINO. http://e-spacio.uned.es/fez/eserv/tesisuned:IUGM-Bmgutierrez/GUTIERREZ_LOPEZ_Beatriz_Maria_Tesis.pdf
  14. Nechemia Ben-Tor, The Jewish Resistance Movement: United Armed Offensive against the British, https://lehi.org.il/en/the-jewish-resistance-movement-united-armed-offensive-against-the-british/
  15. Guillermo Llona,  Neturei Karta, la secta judía que odia a Israel (abc.es)
  16. Sitio de Naturei Karta; What is the Neturei Karta? (nkusa.org)
  17. Plano Informativo, Judíos Ortodoxos se manifiestan a favor de Palestina (planoinformativo.com)
  18. Haavara Agreement: A scanned copy of the document (dated January 1941) sent by the Stern Gang asking Nazi Germany for alliance between both groups. https://www.palestineremembered.com/Acre/Palestine-Remembered/Story799.html
  19. ZEV GOLAN, Abraham Stern, Israel’s own revolutionary Stern walked the streets of south Tel Aviv at night with a collapsible cot, sleeping in stairwells after his underground meetings were over. https://www.jpost.com/opinion/op-ed-contributors/abraham-stern-israels-own-revolutionary-339431
  20. Ramzy Baroud  Y Romana Rubeo; The Mussolini-Jabotinsky Connection: The Hidden Roots of Israel Fascist Past – Middle East Monitor
  21. Daniel Muchbik, Los judíos fascistas italianos, 26 de agosto de 2016 – LA NACION
  22. Manuel Salazar Salvo, El sionismo ‘terrorista’ tensiona la administración británica de Palestina. https://interferencia.cl/articulos/el-sionismo-terrorista-tensiona-la-administracion-britanica-de-palestina
  23. Avraham (Yair) Stern, http://www.zionistarchives.org.il/en/AttheCZA/Pages/Stern.aspx
  24. Lenni Brenner, El sionismo en la era de los dictadores, Sionismo y fascismo italiano, 1922-1933. https://www.marxists.org/history/etol/document/mideast/agedict/ch04.htm
  25. Lenni Brenner. El sionismo en la era de los dictadores, 12. Georg Kareski, el colaboracionista sionista https://www.marxists.org/history/etol/document/mideast/agedict/ch12.htm
  26. Herbert S. Levine.A Jewish Collaborator in Nazi Germany: The Strange Career of Georg Kareski, 1933–37. Central European History, Vol. 8, No. 3 (Sep., 1975), pp. 251-281 (31 pages) https://www.jstor.org/stable/4545746
  27. Enciclopedia del Holocausto, HUNGRÍA DESPUÉS DE LA OCUPACIÓN ALEMANA https://encyclopedia.ushmm.org/content/es/article/hungary-after-the-german-occupation
  28. Juan Garros, ¿Qué diferencias hay entre Hamás y Al Fatah y quién gobierna la Autoridad Nacional Palestina? https://as.com/actualidad/politica/que-diferencias-hay-entre-hamas-y-al-fatah-y-quien-gobierna-la-autoridad-nacional-palestina-n/
  29. Entrada sobre el Sionismo revisionista. https://es.wikipedia.org/wiki/Sionismo_revisionista
  30. Entrada sobre Zeev Jabotinsky,https://en.wikipedia.org/wiki/Ze%27ev_Jabotinsky
  31. Entrada sobre Evelyn Barker. https://en.wikipedia.org/wiki/Evelyn_Barker
  32. Entrada sobre Lucha judía contra los británicos en el mandato de Palestina https://es.wikipedia.org/wiki/Lucha_jud%C3%ADa_contra_los_brit%C3%A1nicos_en_el_mandato_de_Palestina
  33. Entrada sobre Irgun. https://es.wikipedia.org/wiki/Irg%C3%BAn#Or%C3%ADgenes
  34. Entrada sobre Avraham Tehomi, https://es.wikipedia.org/wiki/Avraham_Tehomi
  35. Entrada sobre Carlo Foà – Wikipedia, la enciclopedia libre
  36. Entrada sobre Propuestas para un Estado judío – Wikipedia, la enciclopedia libre
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