Por Coloso de Rodas
Lo que ocurre con este deportista habría que calificarlo de nueva epifanía. Correr los 400 metros con vallas por debajo de 46 segundos en los concluidos juegos olímpicos de Tokio entrarían en la categoría de dioses del momento, según el estudio teológico del filólogo alemán Herman Usener titulado Nombres de los dioses publicado exactamente el ano del nacimiento de los Juegos Olímpicos Modernos.
Usener, pensando que podía penetrar en el origen del politeísmo analizando los nombres de los dioses, los testigos más antiguos de la conceptualización religiosa, retrocedió en el tiempo y encontró tipos de dioses más antiguos y menos personales en los indigitamenta romanos, a los que llamó dioses especiales, término que le debía al historiador de la religión Edward Lehman, dioses que debían su existencia a aquellos momentos en los que la humanidad primitiva experimentaba algo divino.
Para los pueblos primitivos, el rayo mismo es un dios; la reflexión posterior elevó el rayo a un dios especial, que finalmente se incorporó a Zeus, un dios personal. Sin embargo, sólo cuando el término original del dios especial se ha convertido en un nombre propio, puede convertirse en objeto de mito, culto y poesía. En una respuesta al libro, explicó que había querido investigar las leyes del desarrollo religioso para «distinguir entre lo pasajero y lo duradero en la historia sagrada y el dogma». De ahi el concepto de dioses del momento, son «dioses que no necesitan ninguna demostración , pues solo existen mientras duran su manifestación, dioses en el que no se creen, sino que se experimentan». testimonio de la sentencia «Dios está en los detalles».
El noruego, recordista del mundo y campeón olímpico, Warholm, ha sobrepasado los limites humanos del entrenamiento, virtuosismo y resultados para colocarse en la categoría de dioses del momento.
Abajo el video de la espantosa carrera de Warholm