¿Quién soy yo?

Por: Pedro Díaz Méndez

Heráclito dilucidaba que, «ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el río serían los mismos». Por otra parte, en el periodo de la ilustración, John Locke concibió una idea parecida a través de una parábola en la que se le hace un agujero a su calcetín favorito. Locke razonaba sobre si el calcetín podría aún ser el mismo después de que se le aplicara un remiendo. Si así era, ¿podría entonces seguir siendo el mismo calcetín después de que se le aplicara un segundo remiendo? ¿Podría, de hecho, continuar siendo el mismo calcetín varios años después de que todo su tejido original hubiera sido reemplazado por uno completamente nuevo?

De manera similar, en el capítulo V de la novela Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, Alicia sostiene una conversación con una oruga azul, la cual interroga la identidad de la muchacha. Alicia, confundida tras cambiar de tamaño en varios momentos del día, responde que no sabe si continúa siendo la misma persona de esa mañana. La oruga no parece tener problema con la metáfora, pero Alicia le asegura que cambiará de opinión cuando ella misma se transforme en crisálida y después en mariposa.

¿Sigue Ud. siendo la misma persona de hace 5, 10, o 20 años? ¿Ha habido cambios? Sin dudas, el cuerpo cambia constantemente y la mente nunca se detiene, su movimiento es constante, excepto durante el sueño profundo. Allí, cuerpo y mente no existen. ¿Pero existe Ud. durante el sueño profundo? En el sueño profundo usted está inconsciente de su mente y de su cuerpo, pero cuando despierta sabe intuitivamente que nunca dejó de ser; eso sí, en el estado profundo de sueño no hay sufrimiento, ni identificación con el cuerpo, ni con los dolores, ni pensamientos, ni emociones, ni edad, ni pertenencia a una raza, no posee intelecto, las afiliaciones políticas desaparecen, así como su religión, nacionalidad, y el resto del pesado bagaje que carga durante la vigilia . Es como si Ud. estuviera muerto. Entonces la pregunta surge, ¿es ese mismo ser feliz e inconsciente del sueño profundo el de la vigilia? ¿Soy dos, uno durante el sueño profundo y otro durante la vigilia?

¿O, existe un río subterráneo que fluye constantemente en el interior, pero que no podemos percibir durante la vigilia debido al constante movimiento de la mente y los achaques y demandas del cuerpo? Ciertamente, los grandes trabajos artísticos, las invenciones, la creatividad, emergen todos en momentos cuando existe un profundo estado de quietud y relajación, cuando la mente se vuelve un solo pensamiento ya sea con el objeto de investigación o con la obra de arte que se está gestando a través del acto creativo. Al volverse en un solo pensamiento la mente prácticamente deja de ser. ¿Qué es la mente sino un puñado de pensamientos, sentimiento y emociones? La mente es un fantasma. ¿Acaso en ese momento (desprovistos del fantasma de la mente) estamos más cerca de un estado parecido al del sueño profundo, con la diferencia de que ahora se es consciente?

¿En el acto creativo los pensamientos quedan suspendidos, la mente alcanza un estado de benigna quietud, disminuyen las percepciones sensoriales, y, por ende, se magnifica la fuerza de esa corriente subterránea que fluye a través de la intuición? Ese río subterráneo siempre ha estado allí, solo que ahora se manifiesta porque han dejado de manifestarse total, o, parcialmente, las identificaciones con el cuerpo y con la mente. Entonces, ¿quién soy yo? Esa es la pregunta. No sabemos, solo sabemos que Soy.

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