«Proyecto de invasión»/Francisco V. Aguilera, 1872

Texto tomado del FB de Onoria céspedes Argote

Se respeta la ortografía del documento.

PROYECTO DE INVASIÓN DEL ESTADO DE OCCIDENTE EN LA ISLA DE CUBA, PRESENTADO POR EL GENERAL FRANCISCO VTE. AGUILERA Á VARIOS DE SUS COMPATRIOTAS RESIDENTES EN PARIS. 1° de noviembre de 1872.

Es indudable que miéntras mayor sea la duración de la guerra, mayores han de ser los sacrificios de todo género que ha de verse obligados a hacer los cubanos pª alcanzar el triunfo de la Revolucion. Es índudable tambien que los patriotas que han luchado cuatro años por conseguir la Independencia están resueltos á luchar otros cuatro, mejor dicho, tanto tiempo como les dure la vida pª conseguir ese fin. El Departam.to Occídental que hasta ahora no ha tomado parte activa en el movimiento, tiene que ser ó por propia iniciativa ó por acción estraña, campo forzado donde tenga su término y natural desenlace la ardiente lucha que devasta nuestro territorio.

No es posible pensar que habiéndose conmovido profundamente los fundamentos de nuestra ecsistencia colonial: que ecsistiendo, como ecsistirá siempre, aun cuando las condiciones de la Revolucion viniesen á sernos mas desfavorables, una guerra latente, siquiera sea de partidarios o de guerrillas, el Departam.to Occidental permanezca inerme y funde en su indiferencia ó en su inacción las garantías que la alejen de la ruina que han experimentado los otros distritos de la Isla. No es posible creer esto, porque la aspiración de los patriotas que luchan en armas contra España, se cífra en llevar la guerra á Occidente, y los planes que se desarrollan en el campo revolucionario, no tienen otro objeto. Sea pues, por la acción de nuestros combatientes, sea porque desde el Exterior se envían expediciones, como ha tratado de hacerse muchas veces, el territorio que hasta ahora nada se ha movido, el Estado de Occidente, como se le llama en nuestra división geográfica republicana, tiene que sacudir su inercia y seguir en mayor escala el movimiento revolucionario de los otros distritos de la Isla.

Ahora bien, convendrá al propósito de los buenos cubanos que la invasion de Occidente se verifique por la marcha natural de la guerra en el órden verdaderamente asolador conque la hacemos? ¿Convendrá a los destinos del país, que ese hecho se verifique por un (a) impulso (a) estraño (a), impremeditado (a) y accidental y por lo tanto encaminada á grandes ruinas y á esterminio completo tal vez de la que hay en ese territorio de industria y de riqueza material?La respuesta no puede ser dudosa. El patriotismo mas imprudentemente exagerado, el deseo ardiente de ver a todos nuestros hermanos, luchando y sufriendo juntos y sacrificando todos sus recursos, no puede conducirnos á desear una demolición completa de todo lo existente en Cuba, un aniquilamiento absoluto de toda su vitalidad industrial, de toda su potencia agrícola, de toda su fuerza productora.

Todos queremos la libertad de nuestra patria, todos hemos querido verla feliz é independiente, pero todos queremos y hemos querido conquistar el bien inapreciable de la regeneración Social y política, sin mas sacudimientos ni mas quebrantos, que los puramen.te indispensables pª acabar un estado de servidumbre, que nos hacia aparecer tal vez como pueblo rico y progresivo, pero que encarnaba en sí mismo, junto con una degradacion moral absoluta, un bien estar puramente artificial, una tranquilidad engañosa, una paz efímera, un estado social, en fin, sin garantias de moralidad ni esperanzas de mejoramiento.

El que traza estos renglones, desde que se inició la Revolucion en Octubre del 68 y con mas fuerzas y mejor estudio desde Julio de 1871 en que salió de los campamentos revolucionarios para desempeñar una comisión que comprende en sí misma el deber de señalar el órden de continuar la lucha y de preparar pª ella planes, combinaciones, fuerzas y elementos de guerra, no ha dejado un solo instante de meditar sobre ese necesario, grande y trascendental propósito de levantar en armas el Departamento Occidental. El estudio severo de planes antiguos y muy autorizados, la crítica desapasionada de propias combinaciones, el consejo buscado en altas capacidades de la ciencia militar, la experiencia obtenida en el largo tiempo de una residencia en el terreno del combate y el conocimiento práctico de nuestros hombres, de nuestra constitución social, de nnuestras demarcaciones geográficas, de la fuerza alimentadora de los diversos distritos agrícolas, y de la pujanza mas o menos ficticia de los elementos de resistencia conque puede contar el poder colonial. Todas esas condiciones, en reflecsion constante, discutiéndolas en pormenor en relación las unas con las otras, en ecsamen complejo le han conducido a fijar su opinión de una manera decisiva que se ha manifestado en un plan sencillo como la verdad y sin esponer ahora el pormenor de un proyecto que á su tiempo pueda ser encaminado pr. persona que ayude á su reforma, ó coopere á su ejecución, las bases esenciales de él reposan sobre las siguientes aproximaciones.

1º- El levantamiento en armas del Departamento de Occidente debe ser impulsado por una expedición y desembarco de gente armada al Occ.te de la Isla con abundante provision de armas y pertrechos.

2º- La incursión de fuerzas patriotas en los distritos limítrofes, debe coincidir ó ser anterior á la época del desembarco.

3º- La acción rápida de la fuerza exterior desembarcada y de la interior encargada de llamar y ocupar las fuerzas de Cinco Villas, debe ser simultánea y la índole esencialmente invasora de los expedicionarios debe marcarse con gran velocidad en las marchas, unificando el reclutamiento activo de todos los cubanos disponibles pª la guerra y señalando en la larga y ancha zona recorrida el órden, el lugar y la forma de los asaltos por sorpresa, de las emboscadas y de los atrincheramientos de defensa.

4º- La propiedad rural y la urbana de los pueblos pertenecientes á personas adheeridas en principio á la Revolucion, puede y debe ser respetada. La destrucción de fincas y de sus terrenos cultivados, no debe ser nunca base de la ocupación revolucionaria.

5º- La concentración de todas las fuerzas, debe verificarse en absoluto después de sublevados los distritos limítrofes, á la mayor procsimidad y al Occte. De la Habana. Solo habrá concentraciones parciales en caso de dilatarse el levantamiento general de la zona recorrída.

6º- La fuerza exterior desembarcada ha de constar á lo menos de 1000 hombres con posesión de armas pª cinco mil mas y pertrechos de guerra para seis meses.

7º- La fuerza auxiliadora del desembarco no ha de ser de menos de 1500 hombres.

Con esas bases y otras de alta importancia que seria indiscreto revelar, puede realizarse y se realizará sin duda el levantamiento del Occidente, y lo que es mas, el sitio por tierra de la Habana, como estuvieron sitiadas con menos elementos Santiago de Cuba y Puerto Príncipe. Con este plan rígurosamente ejecutado que con facilidad puede hacerse, porque, dada la invasión, solo encontrará muchas fuerzas en los primeros momentos poca ó ninguna tropa veterana, y muchedumbre de voluntarios que cejarán ante cualquier combate, y estorbarán y arrastrarán en su pánico y en su fuga á los soldados de línea, no es arriesgado asegurar que en seis meses se habrá extendido el movimiento revolucionario, desde la celebrada é inútil trocha construida pr. los Españoles, y atravesada cuantas veces han querido hacerlo las fuerzas patriotas, hasta los distritos mas poblados de la vuelta abajo; y en tal situación y encastilladas las tropas y los voluntarios solamente en la Habana, Matanzas y algunos pequeños puertos de mar, fácil es concebir que no hay defensa posible contra tal ínvasion, contra tal y tan general sublevación. La situacion política de España, la observación vigilante de los Estados Unidos, la intervención forzada de algunos Gobiernos de Europa que no podrán desatenderse de un suceso de tanta magnitud en que han de complicarse, los bienes y hasta la vida de sus nacionales, todo esto en obligada combinación, señalará el desenlace de nuestra guerra revolucionaria, hasta ahora no tenida en gran cuenta por los políticos del mundo.

Inútil parece decir que el proyecto bosquejado antes, tiene ya su principio de ejecución. Los elementos del interior preparados, mas que eso perfectamente dispuestos, é impacientes, el Gobº Republicano y el ejército patriota pª ponerlo en ejercicio: las (operaciones) combinaciones indispensables en los territorios que han de ser invadidos, hechos de antemano por emisarios que han trabajado con patriótico celo. Los estudios, los planes, los trazados, los hombres especiales, prácticos en el terreno, todo esta al alcance inmediato de una accion rápida. Solo nos faltan los elementos del exterior porque no es dable obtener de la generalidad de una emigración empobrecida, la suma que ha de reunirse para que la provision de armas y de pertrechos sea abundante y eficaz.El presupuesto de una espedicion de armas, de material de guerra y de mil hombres de desembarco no escede de ciento cincuenta mil pesos. Es superior esta suma á los recursos que podrían facilitar residentes en Europa? No es creible. Diez hombres de buena voluntad, diez patriotas de alguna fortuna que lean estas líneas, que crean en la palabra leal de un hombre honrado, que no querria engañarlos, ni engañarse, que no empañaría su honra para sostener una quimera, diez cubanos que pongan la mano en el pecho y sientan el corazón latir acelerado ante la alhagadora idea de la libertad de la patria, y de ser ellos los que complementen la obra revolucionaria, esos hombres no encontrarán que es gran sacrificio privarse de una suma relativamente pequeña, para llenar un deber de patriotismo. Si la fortuna del Gral. Aguilera le conduce á vivir hasta la ejecución certera del proyecto que él mismo quiere llevar á cabo, desembarcando al frente de la expedición, con hombres de notable pericia militar, con amigos y compatriotas de probada abnegación que unen a él su suerte y sus esperanzas, si alguna influencia pueda tener su persona en los destinos de la Patria, él puede garantizar á los cubanos que le presten sus recursos para esta Empresa.

1º Que la inversión de esos fondos será exclusivamente consagrada á la ejecucion del proyecto ántes enunciado

2º Que el secreto mas inviolable, guardará reservando de todo el mundo el nombre de los generosos patriotas que lo auxilien.

3º Que los bienes raíces de éstos en Cuba serán especialmente protegidos contra la rapacidad de los enemigos, y contra todo ecseso ó plan de incendio por parte de las fuerzas invasoras.

4º Que procurará obtener de la República la indegmnizacion no solo de las sumas adelantadas, sino de todo perjuicio irrogado(¿?) por la revolución, incluso la compensación debida por la liberación de sus esclavos, y si esto no se lograse, y si valiere algo su fianza, la perciba también para satisfacer con su caudal, todas las sumas que pª la ejecución del proyecto se le faciliten.

Puede ser que algún espíritu desconfiado ó pesimista, tache de utopia todo este plan, y sustituyendo en un análisis de probabilidades el frio de los cálculos y de los temores al fuego del patriotismo y del valor, lo considere en su totalidad inalcanzable. A tal entendimiento que busca la convicción en puerto de sentimiento como se encuentra la demostración de una verdad matemática, no es dable contestarle sino con la afirmación del sentimiento mismo, y repetirle la eterna respuesta de los hombres convencidos.

¡La utopia de hoy, es la verdad de mañana! “La Isla de Cuba debía estar siempre dominada por el despotismo español. Alli son las revoluciones imposibles, no hay constancia, no hay ánimo en sus hijos, no hay terreno para la lucha, no hay medios en fin para adquirir la independencia de ese pueblo”. Eso decían nuestros opresores, y eso llegábamos a creer nosotros mismos después de cada uno de los ensayos desgraciados que precedieron al año de 68. Unos pocos hombres oscuros, concibieron sin embargo en un rincon de la Isla, el proyecto de demostrar que la lucha era posible. La guerra que se consideraba como utopia de cerebros calenturientos, ha durado cuatro años, y nada demuestra todavía que deba cesar por cansancio ó por debilidad.

En esta reunión de intimidad y afecto en este pequeño círculo de cubanos, ligados por el vínculo indestructible del patriotismo, permítase una efusión de sentimiento al que suscribe estas líneas. Despues de haberlas escrito no duda que se ha de aceptar su proyecto como el empuje mas potente que pueda darle á la Revolucion, pero si se vacilase sobre el órden de reunir los fondos, si se creyese necesario acudir á mas personas para hacer ménos penoso el sacrificio, y se dilatase la ejecución y se perdiese junto con la oportunidad hasta la memoria de un plan de tanta trascendencia, no seria el Gral. Aguilera culpable de omisión y de falta de energía si no insistiese hasta la tenacidad en pedir á sus compatriotas el auxilio que la Patria necesita? Si lo seria, y por eso insiste en suplicar á cada uno de Vds. que acojan sus ruegos, y sea cual fuere el convencimiento que hagan de su poco valer, le den al ménos el testimonio de que lo quieren elevar á la altura de los buenos patricios ó le quieren ayudar á procurarse una muerte gloriosa en los campos todavía esclavos del Occidente de Cuba.

Paris 1º de Nov.e 1872

F. V. Aguilera

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