Presentación
Ha costado decidir escribir esta introducción. De entrada, pensé que no sería necesario. Aún así, para hacer más transparente la intención y poder llegar a los hunos y los hotros —que diría Unamuno— diremos alguna cosa.
Y, ¿qué es la derecha? ¿Ha existido alguna vez un pensamiento de derechas en la política y la intelectualidad cubana? Probablemente no, a excepción —entre otros que se acercaron— de Lamar Schweyer, Lydia Cabrera, Gastón Baquero y recientemente Armando de Armas. Achacar todos los males al comunismo, el socialismo, el bienestar social —o el bien común—, el humanismo, la solidaridad con tus iguales, o declararte trumpista, franquista, pinochetista, batistiano o anti-China…, probablemente no va a hacerle a usted de derechas. Y gritar que lo eres en Facebook o en un canal de YouTube; y decir que son medios de la izquierda porque limitan tu libertad —amparándose en su política de empresa privada, con la cual has estado de acuerdo— tampoco es el camino.
La fiesta de los exiliados cubanos es, básicamente, la misma que la de la isla, con las claras y evidentes ventajas de la sociedad de consumo; es una gran mezcla de vulgaridad de pensamiento —pocos se libran de ese concepto— condimentado con ignorancia y soberbia; que memoriza en los más variados y variopintos medios —blogs, redes sociales, revistas y diarios online/offline, etc.—. Y si no te gusta o no me gusta tu opinión, como buenos cubanos, el debate se solventa a piñazos y descalificaciones. Como manda la tradición revolucionaaaria pesar de vivir en una democracia plena en la diáspora.
El verdadero camino hacia la derecha te lo damos en (…)
Roger C. Olán, editor.