La región en Cuba constituye un libro de ensayos sobre interpretación historiográfica. Publicado por la Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2001, aborda diversas temáticas en virtud del concepto región histórica, en el contexto de las ciencias sociales y evoca diferentes perspectivas historiográficas globales de la región en relación con América Latina (entre las historias locales, regionales y nacionales, cuya propuesta empírica y conceptual estimula el estudio de la compresión de la formación regional de la historia cubana).
Aun cuando el discurso expositivo del libro es explícito en cuanto a la formación de espacios, el autor asume los problemas de la historia regional y local en el vórtice de lo metodológico y la investigación empírica. Hernán Venegas es del criterio de que la regionalísticafunge como ciencia particular de la historia y la cultura. Pero alude que la demostración empírica y conceptual de la posible episteme regionalistica se encuentra en fase de comprobación, aun cuando algunos países latinoamericanos como Venezuela la considera ciencia y oficio del historiador.
Regionalística sería aquel objeto de estudio mediante el cual tendría como campo de estudio la región socioeconómica y la estructura simbólica. Para ello, Venegas entiende la región cuya definición entronca con los postulados marxistas de las formaciones sociales.
En este sentido, región histórica se categoriza a partir de alternativas deterministas, obviando, desde luego, el rico caudal simbólico independiente de la subjetividad y la mentalidad en la historia de los espacios de convivencias. Otros historiadores, los que propugnan el método de la microhistoria, piensan la región como instrumento para observaciones microscópicas, profundizando en los límites ocultos de los objetos espaciales. Otros historiadores, ven la región como reglas del comportamiento humanos en parques civilizatorios.
En fin, La región en Cuba posee utilidad metodológica en la investigación (fuentes, bibliografía) histórica y alcanza hacer notar cuáles fueron las perspectivas y tendencias historiográficas que dieron lugar, desde el planteamiento geográfico y espacial, los estudios históricos locales y regionales en Cuba.
La manifestación más evidente comienza en los años 50, con una serie de estudios sobre historia económica y la inconclusa investigación de Juan Pérez de la Riva acera la conquista del espacio cubano en los años 60.
Todas estas consideraciones se apartan de los procedimientos hechológicos y anecdóticos que suelen proliferar en las llamadas historias locales y del terruño al uso.