«Bayam»: la autoridad de la poesía

Por Kukalambé

Cuando Lezama Lima demandó que la literatura cubana adoptara un enfoque nacionalista y «inventara un mito», desconocía el origen primitivo y bárbaro del «mito Bayam». Esta leyenda taina oculta a un legendario héroe similar a Sigfrido de la mitología germánica, quien, al matar a un dragón y bañarse en su sangre, se volvió inmortal. El concepto de «inmortalismo» dentro de Bayam dio lugar al surgimiento de «Bayamo», luego «La bayamesa» y finalmente el «bayamés», el alma inmortal invocada por José Martí para iniciar la guerra de independencia de Cuba.

Yo soy la evidencia: «Bayam», el mito que sustenta el origen de la nacionalidad cubana, es una «clave poética», un impulso del lenguaje extraordinario cuyo significado secreto permanece oculto en los tiempos actuales, enterrado por aquellos que lo preservaron de generación en generación para entregarlo a la posteridad a través de prácticas simbólicas y rituales en un lugar limítrofe dentro de la conquista poética del Valle del Cauto, en Oriente, Cuba.

Este libro intenta demostrar que el discurso predominante de la intelectualidad cubana, caracterizado por su enfoque racional e instrumental, continúa evadiendo la «autoridad de la poesía», privando al «criollo» de su potencial creativo en términos de identidad y diferencia. Hasta ahora, no ha surgido un poeta capaz de capturar esa «autoridad» que emana de una leyenda y que proporciona una ética, un imperativo metafísico para transformar la forma y el estilo de la cubanidad, dominados por discursos ideológicos y positivistas.

Balzac afirmaba que «existen misterios encerrados en toda palabra humana». Sin embargo, el verdadero misterio no se encuentra necesariamente en los orígenes, en las raíces o en las formas antiguas, incluso cuando la palabra proviene de allí. Hay palabras que florecen y están llenas de vida, palabras que el pasado no puede perfeccionar, palabras tan autoritarias como nunca conocieron los antiguos, palabras que evocan joyas misteriosas de un idioma.

El sonido  «B-A-Y-A-M» es uno de esos fenómenos intraducibles a otros idiomas. Si consideramos su sonoridad brutal en inglés, nos daremos cuenta de que «Bayam» es el término más cubano de todos. Surge de la imagen visual de la inmovilidad del Baya-m, pero que a la vez no deja de estar en movimiento.

Cuando una expresión poética se revela como pura y dominante, podemos estar seguros de que está directamente relacionada con las fuentes materiales elementales del lenguaje y el fuego. Siempre me ha impresionado cómo los poetas asocian la armonía de la vida con la poesía del agua y el fuego.

Me preguntaba por qué el sonido de «Bayam» había adquirido prestigio como nombre de la vida armónica aborigen. ¿Por qué «Bayam» se convirtió en «Bayamo»? Luego descubrí que la vocal «a», presente dos veces en la palabra «Bayam», representa el fonema del agua y el fuego, el sonido de la creación a través del agua. La «a» indica una materia prima, la letra inicial del poema universal y la letra del descanso del alma en la mística. «Bayam» es la primera palabra y el primer poema de la literatura cubana.

«Bayam» sigue teniendo un impacto significativo en el pueblo cubano, y su influencia se extiende por todo el archipiélago. Los dioses de la cultura cubana confirman que «Bayam» alcanza la categoría 5 de huracán, un sistema espiritual sin precedentes, el único poder absoluto en manos de los cubanos. En este libro, escrito hace más de 20 años, describo cómo el poder de «Bayam» fue olvidado después de la segunda guerra de independencia, permaneciendo latente y oculto entre la paciencia, esperando una segunda oportunidad para manifestarse. En un momento crucial de la historia de la nacionalidad cubana, Martí invocó las fuerzas de «Bayam» frente al peligro de que la idea independentista sucumbiera. Bajo esta invocación fantasmagórica, dijo: «todo es vida y muerte y no podemos equivocarnos».

La influencia de «Bayam» en el pueblo cubano debe ser aún mayor, de lo contrario, los castristas se beneficiarán. «Bayam» es el líder indiscutible de la rebelión en Cuba. Ningún movimiento, opositor, influencer, anticastrista, anticomunista o patriota, tiene el mismo poder de liderazgo y capacidad de convocatoria que «Bayam». Es imprescindible invocar a «Bayam». Recientemente, el 20 de octubre, tuvo lugar un acontecimiento espiritual en el parque central de la ciudad de Bayamo. En las cercanías de la estatua de Carlos Manuel de Céspedes, se llevó a cabo una manifestación colectiva de unión. «Bayam» estuvo presente allí, como un espectro que regresó a su refugio habitual.

Si queremos explorar por qué la cultura cubana se caracteriza por ser una cultura en la que prevalece el «último hombre», aquel sujeto a la tradición más básica del positivismo cultural, este ensayo puede proporcionar algunas pistas…

 

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