«Iván Castro, el Terrible!, y el grupo San Isidro

Por Galán Madruga

En el marco del acuartelamiento del grupo de San Isidro, acompañado por una vigorosa protesta de un nutrido grupo de jóvenes artistas y escritores ante la sede del Ministerio de Cultura de Cuba, se desencadenó un fenómeno insólito: la emergencia de una correspondencia, presumiblemente originada desde la tumba del difunto dictador Fidel Castro, dirigida a los máximos exponentes de la cultura en la isla. Dicha correspondencia, compuesta por 14 frases, llevaba la firma del misterioso Iván Castro, el Terrible. Estas frases, imbuidas de un tono irónicamente dictatorial, parecían ser una suerte de eco póstumo, un espejismo retórico que fusionaba el pasado autoritario con las inquietudes contemporáneas del ámbito cultural cubano.

1- «Juro por Dios, la Virgen, la patria y la Revolución: jamás ha sido proscrita la opinión de un cubano en 60 años. ¡Hasta la victoria, siempre!”

Revolucionariamente,  

Iván Castro el Terrible.

2- “Mira tú, al menos tenemos fuera del país algunos aliados que nos defienden de la gusanera fascista de la «derecha» de Miami y España. Sí, se trata del melón hermanito pequeño del guapo de la calle Fernando, un ex-comunista que se autoproclama «exiliado» en México de nombre Rafael.  Los colaboracionistas como Rafael Rojas vienen solos a lamerme las botas.”

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible.

3- «¿Qué se creen esos mocosos? Aquí mando yo. Se irán a sus casas, partidas de gusanos…”

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible.»

4- «Qué lindos son, qué simpáticos, qué felices se muestran. ¿Ellos son los de San Isidro? En mi palacio, de pie ahí, parecen apátridas. Debemos felicitarlos por su labor en la ‘batalla de ideas’. Son anti-Trump. ¿Cuántas identidades de género los representan? La demanda es variopinta. Entonces, díganle a Gramsci que no venga; no lo necesitamos, no lo queremos. Este movimiento apostólico de San Isidro es nuestra bandera en este momento, nuestro ‘Marxismo Cultural’ en una efervescencia revolucionaria callejera.»

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible

5- “Calma, pueblo, calma. ¿Quieren dialogar? Por supuesto. Vengan en fila india, pueblo de San Isidro. Vengan, intelectuales ocasionales. Vengan todos, la mesa está servida. ¿Quieren dialogar? Los perdono. Sé que no pueden vivir sin mi cercanía y sin mi poder. Entre ustedes y yo hay una simpatía indestructible. Les concederé lo que pidan. Los amo.

¡Hasta la victoria siempre!

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible.

6- “La oración corregida sería: «¿Son esas las demandas, querido pueblo de San Isidro? ¿Libertad de expresión? ‘No problem’. Serán concedidas, ¡y que la patria los contemple orgullosa!”

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible.

7- «¿Esperaban algo más, algo nuevo, un cambio de sistema, querido pueblo de San Isidrido? A partir del 1 de enero, recolectaré todas las divisas en dólares a cambio de 24 pesos cubanos, los cuales no tienen valor en el mercado mundial.

¡Patria o muerte, venceremos!

Revolucionariamente,  

Iván Castro el Terrible.

8- «¿Qué pensaron, que no íbamos a agredirlos a manotazos? Nos conocen poco. A manotazos es un logro de la Revolución. Es lo mínimo que debimos hacer. La próxima vez, los arrastraremos como ratas. Las calles son para los revolucionarios.”

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible.»

9- «Fueron liberados, oímos sus demandas, les dimos un placebo y ahora, ¿qué? Váyanse a sus respectivos barracones ‘dialogueros’ de poca monta. Dialoguen consigo mismos en el parque Lenin.”

Revolucionariamente,

Iván Castro el Terrible.

10- «Qué ingenuos son; por un simple manotazo, la chusma pide a gritos la sustitución de Abel, Apidio, Fernando y la mía, quienes han destruido este país.”

Revolucionariamente,

 Iván Castro, el Terrible.

11- “Ah, ahora ¿Todos Somos San Isidro? ¿Qué se creen ustedes? Yo soy Yo, y yo soy. Y por eso, todos irán al campo de concentración. Somos más.”

Revolucionariamente,  

Ivan Castro, el Terrible.

12- “Por supuesto, liberaremos a todos: a San Isidro y sus seguidores, a los artistas prometedores; pero con una condición: ¡Aquí nadie se rinde! Dentro de la Revolución, todo; fuera de la Revolución, nada.”

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible.

13- «No hay que temer a los muchachos de San Isidros. El Sr. Sardónico, el yerbita es un gran aliado nuestro en Miami. Él alimenta muy bien a los marxistas culturales de aquí con premios, viajes, publicaciones y festivales por la cultura totalitaria. Nos ayuda con balón de oxígeno.”

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible.

14- «Si el problema es la liberación de los gusanos y no interferir en quitarme el poder, ‘no problem’. Que sigan, desde el norte revuelto y brutal, convocando ‘concursos literarios de una cuartilla’ para mantener activos a los agitados.

Revolucionariamente,

Iván Castro, el Terrible.

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