EN RECUERDO DE LA BRIGADA DE ASALTO 2506: POR SU CRONISTA LUIS GONZÁLEZ LALONDRY

Por Waldo González López

                             «Cumplí con mi deber, cumplí con Cuba».                                                 

                                                  Luis González Lalondry

Por su importancia, la gesta de la Brigada de Asalto 2506 en Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961 tendría varios historiadores, pero uno de los más relevantes fue el periodista, escritor y veterano de la recordada batalla Luis González Lalondry, quien dejó para los cubanos de entonces y ahora este impar libro por sus cualidades.

   Mas, no solo entregaría Bahía de Cochinos. La sangrienta batalla que pudo haber cambiado el destino del pueblo cubano, pues, asimismo nos dejaría otros de no menor valía, todos escritos en distintos años, con la pasión que caracterizara su prosa, signada, durante su intenso quehacer, por la digna condicion de lo «humano, demasiado humano», tal dijera el filósofo.  

   De acuerdo con una crónica aparecida en Radio y Televisión Martí el 16 de noviembre de 2021, debida a Álvaro Alba y Pedro Corzo, el heroico González Lalondry nació en Santiago de Cuba, y ya en los ‘50s, el joven activista politico, militaba en el Partido Acción Progresista (PAP), que liderara el luego presidente Fulgencio Batista. Además, colaboraba con un programa organizado por el ala juvenil del PAP: “La Juventud con Batista” que se transmitía en Radio Libertad de su ciudad natal.

   Durante su breve estancia en Cuba, tras la llegada de Castro al poder, conspiró contra la incipiente dictadura en el primer movimiento fundado para combatir el nuevo régimen: “La Rosa Blanca”, en el que realizó varias operaciones armadas. La intensa persecución policial en su contra determinó su salida del país hacia Estados Unidos el 18 de enero de 1960. En el exilio se incorpora a organizaciones que luchan contra el régimen comunista y participa en actividades cívicas contra los partidarios de la dictadura cubana que operaban en el sur de la Florida, como en el noroeste del país, y es detenido por las autoridades en una ocasión. Apenas se gesta la Brigada 2506 aquí, se suma a ella, y ocupa la posición de Jefe de Comunicaciones del Batallón 5, con el que desembarca en la isla a bordo del buque Houston; tenía entonces 26 años.

EL LIBRO, LA HONRA, LA POSTERIDAD

   Dedicado «A mis compañeros caídos y a todos los cubanos que han muerto luchando por la libertad de Cuba», el volumen se integra por dos partes: Libro Primero y Libro Segundo, en los que describe con genuino verismo los complejos momentos que acontecieron a los mil 500 hombres que arriesgaron sus vidas, 103 de los cuales murieron durante su inolvidable lucha por liberar a la aun oprimida Patria, traicionada por la cobardía del presidente Kennedy.

   La lectura de la valiosa obra (documento de notable significación para conocer de primera mano la verdad de la gesta de Bahía de Cochinos) se disfruta por la amenidad y la modestia del autor, mostradas a lo largo de sus 412 páginas, en las que, sin afanes de protagonismos, evidencia la autenticidad de su vida y obra.

   Un momento especial en el volumen fue para el cronista el capítulo: «La Ciudad Deportiva. En aquel Coliseo estaba toda la Brigada», porque evocó, en este entonces adolescente y hoy septuagenario, las mentiras e infamias montadas por el asesino y director de la farsesca pieza, presenciada en la TV, con la que engañara a la Isla y a todo Occidente, logrando que el gobierno de Estados Unidos le entregara al castrismo millones de dólares.

   La traición del gobierno demóKrata de Kennedy que le dio al sátrapa la victoria militar, fue la mayor afrenta sufrida por los cubanos dignos, que debieron aceptar, la politica hipóocrita y mentirosa de la Casa Blanca que, medio siglo después, se mantiene, ahora bajo el mediocre ¿presidente? Joe Biden.   

    En el capítulo final: «El Orange Bowl de Miami. La mayor demostración de respeto y admiración hacia los combatientes de Bahía de Cochinos», tras narrar los pormenores del homenaje del presidente a la Brigada, se pregunta y responde Luis González Lalondry:

De no haber muerto en Dallas asesinado Kennedy, ¿aquella bandera de la Brigada 2506 la hubiera devuelto “en una Habana libre”. Quizás sí, quizás no. Pero lo cierto es que después de aquel compromiso, la mano siniestra del tirano Castro comenzó a tejer los hilos de la gran conspiración que puso en manos de Lee Harvey Oswald el fusil con mira telescópica, que segó la vida del joven presidente en Dallas, la histórica tarde del 22 de noviembre de 1963, once meses después de su discurso en el Orange Bowl de Miami.

   Y, desilusionado, narra el infame pacto que aun pagamos los cubanos de las dos orillas: proteger la integridad física de la oprobiosa tiranía castrista

amparados por la “famosa” Ley de Neutralidad y el compromiso que Kennedy hiciera con Nikita Kruschev en la Crisis de Octubre.

   Y aun más, tras siete días de ingresar en el ejército norteamericano, González Lalondry presenta su renuncia como expresión de rebeldía (el único entre 210 oficiales) por la persecución tenaz de la Marina de los Estados Unidos contra nuestros barcos y nuestros combatientes en aguas internacionales.    

   Durante la primera década del siglo XXI comienza a laborar en Radio Martí, donde participa en la programación especial dedicada a temas históricos y, en especial, a lo relacionado con Bahía de Cochinos. Se retira de manera activa en el 2017, aunque sigue colaborando con artículos, el último publicado en martinoticias.com es del 16 de abril del 2021, en el Aniversario 60 de la histórica incursión a la isla. En octubre del 2019, durante la presentación de su último libro Al borde de la muerte, diría al hacer un resumen de su vida: «Cumplí con mi deber, cumplí con Cuba».  

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