Por Héctor A. Rodríguez, PhD.
Hace 67 años, un fenómeno similar sepultó Valencia. Se calcularon dos millones de toneladas de lodo; más de 60 litros de agua por metro cuadrado cada 24 horas inundaron la ciudad y destruyeron la agricultura, dejando sin alimentos a toda la región. La ayuda no se hizo esperar, y los valencianos lograron recuperar y reconstruir su ciudad, dando al mundo un ejemplo de resiliencia.
Los gobernantes de entonces, más previsores que los actuales, construyeron presas y encauzaron el río que atravesaba la ciudad para evitar que hechos similares se repitieran. Gracias a ello, la tragedia de hoy ha sido menor. Pero ahora la ayuda no ha llegado; son solo los pobladores y los habitantes de los alrededores quienes están limpiando el lodo y removiendo escombros. Los agricultores han acudido en auxilio con sus tractores, mientras que el gobierno actual… bien, gracias, dedicados a tomarse fotos, como si eso reconstruyera el daño.
Espero que algún día la historia les pase la cuenta a estos desalmados amantes de la fotografía y la propaganda política, y que se les compare con el presidente de entonces, un hombre verdaderamente comprometido con su pueblo y su país: el señor Franco, cuyo ingenio evitó que hoy la tragedia fuera mayor.
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