EL CONEJO GUEVARISTA SALTA AL FUTURO

Por Humberto Castro-Cruz

Es domingo, 19 de marzo de 2023, en el estadio IoanDepot Park de la Pequeña Habana, y los equipos nacionales de Cuba y USA juegan por primera vez en Miami desde 1959, en la etapa semifinal del Clásico Mundial de Béisbol.

Un joven con pelo a lo Sam Bank-Fried y un conejo tatuado en un brazo, salta al terreno y corre hasta ser alcanzado por la seguridad y arrestado. Es Carlos Manuel Álvarez, director de la revista El Estornudo.

No lleva una camiseta del Che, sino un sweater de sobrecama de chenilla (en Miami) una pañoleta roja del konsomol leninista y/o las guerrillas latinoamericanas, y una bandera cubana en la que se lee Patria y Vida.

Dice que saltó “inspirado” por los saltos previos del artista El Sexto en el 6to inning, y del militante de FANTU, Antonio Fernández, pero curiosamente no se inspiró a saltar junto a ninguno de ellos, a pesar de que El Sexto había anunciado su acción y mostrado el cartel antes del partido.

Las épicas fotos de alta resolución, tomadas al saltarín por reporteros deportivos, aparecerían rápidamente en todas las páginas estornudes-progre en Facebook y allende los mares.

Imagínense si en un partido de 9 innings de un torneo internacional, opositores políticos saltaran al terreno para protestar por lo mismo e interrumpieran el juego cuatro o cinco veces. Lo poco agrada, lo mucho enfada, dicen los científicos boricuas.

La bandera cubana de Patria y Vida, la compró en ese momento de sublime inspiración en un estanquillo habilitado por los Marlins para protestantes cubanos inspirados. También fue pura casualidad que entrevistara a Kiele Alessandra Cabrera antes de entrar al estadio y que alguien posteara después que Carli era “su relevo”. Todo el combo.

En un salto previo, había caído en Cuba desde su exilio en México, aterrizado en San Isidro, para después transmitir una directa hollywoodense por las calles de la Habana Vieja, antes de que cayera la Gestapo, como si en Villa Maristas no lo conocieran, ni supieran minuto a minuto lo que ocurría en y alrededor del acuartelamiento de Luis Manuel Otero Alcántara y sus acompañantes, en el que medio mundo tenía puestos los ojos en vivo y en directo.

“Salté porque los presos políticos son mis amigos”, le dijo a TV Martí, o sea, el presidio político cubano son los ambias del barrio que están en el tanque.

Pero en un artículo (Yo quiero discutir de Pelota”) publicado cinco días antes en El Estornude, sus amigos eran los jugadores del Team Asere de Diaz-Canel.

“La inclusión de tres peloteros de Grandes Ligas, y varios más que militan en Ligas Menores o competiciones del Caribe, ha generado un estado de promiscuidad política muy difícilmente manejable para la ideología cerrada que alimenta el negocio de la libertad de Cuba. En el exilio, la gente celebra a escondidas o se deshace, antes de cualquier festejo, en tristes explicaciones que nadie les ha pedido, pero que un fantasma exige: el fantasma de la oposición al castrismo. Hay una disciplina partidista que finge sacrificio y mano dura desde el hedonismo cínico y las vestiduras rasgadas a la distancia, como esos sujetos estrambóticos que en los zoológicos azuzan al león desde el lado externo de la reja”.

Claro, los aterrados cubanos exiliados se esconden de los crueles agentes de la Seguridad del Estado de Hialeah para celebrar los triunfos del Team Chivato, y le dan al brillante reportero de “ideología abierta”, tristes explicaciones que no pidió.

¿Van a confundir, bárbaramente, a los peloteros con los militares castristas y convertirlos en sus enemigos?

Espero que haya visto la disciplina partidista de su amigo Yoan Moncada, quien gana $18 millones de dólares con los Medias Blancas de Chicago y dice desfachatadamente no tener nada que ver con Patria y Vida, para estar a tono con los bárbaros militares castristas que administran el negocio de la represión en Cuba.

“El exilio tiende a sabotear sus propios triunfos, porque hay una casta que se enriquece con el comercio de la derrota, que dice hablar por los cubanos emigrados, pero necesita que el emigrado constantemente fracase”.

¿En serio?; Cuál Fidel enardecido, Tavarish Álvarez se yergue virilmente sobre la Mesa Retonta y humilla con una frase a Randy Alonso, Humbrete López, Inmundo García y Carlos Papelazo-Puentes de Leche: 

La malvada Mafia Anticubana de Miami impide que el pobre exilio oprimido triunfe revolucionariamente y apoye al régimen. Cuba SI, Yankees NO. Somos Continuidad.

Lo mejor de la noche:

¿Cómo presentaría Granma la noticia del elenco cubano vitoreado en las tierras del mal? Porque a las tierra del mal también pertenece. Es un examen de mayoría de edad.

¿No lo sabe el compañero??? Granma hubiera publicado un altisonante editorial mostrándole al pueblo hambriento agradecido que Miami en pleno apoya al Team Esclavo, usando su archiconocida teología de que Cuba significa Régimen Castrista, representado por ese equipo. Que no se haga.

Cuando las críticas llovieron, el atribulado Pionero Moncadista, monto una perreta y reafirmo que era de izquierda y que nunca jamás iba a ir ni con Trump, ni con los fascistas republicanos.

! Abajo el Fascismo, Patria o Muerte, ¡¡Venceremos!!, mientras la Progresía Isleña, de ambas orillas, entonaba apasionadamente La Internacional en una directa de Facebook.

Nuestro ilustre konsomol ignora que, en 2020, cerca de 5 millones 700 mil fascistas en la Florida y casi 75 millones en todo el país, (asumiendo que la elección haya sido íntegra), votaron por Trump, y que en las de medio término 2022, el partido demócrata fue literalmente barrido por los votantes floridanos por más de 20 puntos porcentuales, incluyendo el voto de Miami-Dade.

Pero sería mejor que el camarada Álvarez les explicara a los cubanos como una republicana confesa y orgullosa como Celia Cruz, era fascista.

En otra parte de su declaración post saltimbanqui, dijo que en un principio intentaba arrodillarse para imitar a Colin Kaepernick, el exjugador de futbol que, después de ser adoptado por una familia blanca y convertirse en un millonario deportista de elite, se volvió la imagen publicitaria de Black Lives Matter, arrodillándose como protesta en los partidos, al sonar el himno de los Estados Unidos, porque hay “racismo sistémico”.

¿Entonces por qué, siendo de sobra conocido que cuando la profesora y activista cubana Coco Fusco, le pidió a los auto titulados marxistas de BLM apoyo para los jóvenes cubanos negros brutalmente reprimidos el 11 J, en vez de arrodillarse solidariamente, le tiraron la puerta en la cara, CMA le rinde homenaje a Kaepernick?

En la página de El Estornude se puede leer que operan gracias a los fondos que reciben, entre otros, de Open Society, la fundación del multimillonario izquierdista de origen húngaro y archi antiamericano, George Soros.

Open Society no es solo la principal fuente de financiamiento de BLM, ($220 millones en 2020), sino el mayor emporio financiero detrás de todos los esfuerzos por quitarle fondos a las fuerzas del orden y elegir a fiscales de distrito woke, quienes liberan a criminales violentos sin siquiera cobrarles una fianza, disparando las estadísticas de delitos y poniendo bajo amenaza a comunidades enteras.

La campana del Fiscal de Manhattan, Alvin Bragg, el que ahora no sabe si arresta o no a un Presidente Americano, por primera vez en la historia, fue financiada por Soros.

El que paga manda, entonces hay que ser de izmierda y bailar al son de BLM, aunque adoren a Fidel Castro y a Maduro y se limpien el c… con los reclamos para condenar el racismo y la represión en Cuba.

Quienes ahora tratan de canonizar a CMA, han dicho que sus bolcheviques escritos para la prensa del PCC, están sacados de contexto, en una época en la que era un ignorante y adoctrinado estudiante de periodismo.

En uno de esos vomitivos artículo de Cubadebate, en 2012, (“9 de Octubre”), había escrito con toda la cursilería imaginable:

“El Che era el Che, y era, además, Byron” (aquí va un emoji con los ojos salidos de las órbitas)

“El Che es el único muerto que no me parece muerto, pero que duele como si lo hubieran acabado de rematar.”

Columna 2- Columna 2, Camilo, aquí está el Che insepulto, llama a Medicina Legal.

Siete anos después, a las alturas del 2019, cuando ya vivía en el exilio y escribía para The New York Times, declaro a El País de España, (“La Isla del Conejo que Corre con Libros en la Mano”) y aviso a mis lectores que antes tomen algo para las náuseas:

“Con el Che tengo una relación que es mucho más conflictiva y estimulante que la que tengo con Fidel Castro…Es alguien con quien yo he tenido una relación afectiva mucho más personal, viva e intensa…La derecha todo el tiempo resume al Che como un asesino, reduce el relato. Lo explica desde el final”.

“Si me preguntas si Marx está en mí, naturalmente sí. El marxismo es la única propuesta de la modernidad que llena una totalidad alternativa al mundo judeocristiano…El Manifiesto Comunista es un texto que sigue dando claves importantes a la hora de desautomatizar el poder en momentos como hoy”.

Repito: 2019.

Quienes lean la entrevista íntegramente, notaran la obvia reiteración de un posicionamiento intencionalmente ambiguo:

“Lo que nos interesa a nosotros es apelar a conflictos y motivaciones que escapen, que sean mucho mas escurridizos para el marco siempre cerrado de esta explicación estrictamente política de las cosas”

Como si alguna cosa en Cuba, una sola cosa, no fuera total y profundamente política.

Démosle un Nobel a la Metatranca, a la baba y el ni fu ni fa, a la demagogia en estado puro.

Pudiéramos creer ingenuamente que el Conejo salta a un pasado en que la intelectualidad progre del mundo entero justificaba sin tapujos la brutal represión de la Cuba Castro-Comunista, pero desafortunadamente, está saltando al futuro.

Un futuro inminente, en el que la satrapía isleña muta de la intransigencia estalinista ortodoxa del Socialismo o Muerte al neo-marxismo cultural anticapitalista, en la misma línea ideológica woke de la “oposición” cubana, en buena parte financiada por Soros y otras fuerzas oscuras que quieren cualquier cosa menos una verdadera democracia a 90 millas de su archienemigo imperialista, racista, fascista, misógino y explotador, que está destruyendo al planeta.

Esa oposición progre, que no sabe qué hacer con los responsables de los crímenes y abusos flagrantes de casi 7 décadas, ni con los millones que le han robado al pueblo cubano, al que han matado literalmente de hambre, le está tendiendo una alfombra roja a los jerarcas de hoy para que sean los políticos disfrazados y los oligarcas de la nueva Rusia en el Caribe.

El panzón Marrero acaba de refrendarla diciendo:

“Tenemos que ver como acabamos con el Bloqueo Interno”, mientras los asesores enviados por Putin trabajan arduamente en La Habana para darle un tinte de legitimidad a la transición anunciada del Clan Castro-Espín, alias El Cambio Fraude.

Una voz, desde la Casa de la Cultura Cubana Socialista en el Exilio de New Jersey, definió contundentemente el aberrante futuro de la nación cubana al tratar de defender a Alvarovich:

“En la Cuba que yo quiero, los adoradores del Che Guevara también caben”

En la mía NO, ni en la de la mayoría de varias generaciones de un exilio milagrosamente unidas por un simbólico partido de beisbol.

Pretender que se combate a un régimen militando en su misma perversa ideología y perpetuándola, y edulcorando a sus más sanguinarios asesinos, es un fariseísmo absolutamente cínico e inexplicable, pero mientras nuestro Conejo Guevarista salta de nuevo, tengo una humilde sugerencia para él:

Rema, chama, que aquí no pican, y con esos postureos, estás saltando al vacío.

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