Por Félix Isasi
La discusión en torno al concepto anti metafísico, pero esotérico de Dasein (Ser ahí) lleva una larga data desde que Heidegger propuso su constelación heurística en Ser y tiempo, 1927. Desde entonces, el Dasein se le concibe como categoría tiempo. Es más, para muchos viejos y neos herggerianos, Dasein es tiempo existencial.
Quiero mostrar en este breve relato que no es tan solo así; Dasein es también habitar el espacio: la apertura del hombre en lo criminar es peculiar de dasein. El espacio constituye para el dasein la conquista de lo criminal, arrastrar de afuera hacia adentro una forma de convivencia, un estilo de vida y de ensayar la existencia. El concepto clave de dasein es la conquista interior por la región cultural de la existencia del ser en el mundo.
Entonces, ¿cómo el hombre es al mismo tiempo un ser para la región?, se preguntó tardíamente Heidegger en los seminarios impartidos en la Selva Negra. Antes, en 1786, Kant había escrito en un misterioso texto, ¿Qué significa orientarse en el pensamiento?, «de que el modelo de la razón misma es la orientación en el espacio» El gran misterio poético de la existencia humana, según Gastón Bachelard, es la forma de vida en la redondez. La existencia es, por añadidura, redonda. Todo lo que habitamos, lo hacemos imaginaria y concretamente redondo. Nuestra existencia es una copia bastante fiel a la forma redonda de la placenta, donde por primera vez habitamos.
Cuando digo región no enfatizo con ella un contenido geográfico y una división político-administrativos del espacio natural. La región, en el caso que nos ocupa, comprende, según la diseña una forma onto-antropológica de dasein, la presencia activa de una civilización, de una cultura per se. En este sentido es cuando el pensamiento abstracto trasciende la concepción binaria sujeto/ objeto.
Esta idea la veo plasmada de un modo excepcional en este gran libro de ensayo-novelado, de literatura de viaje, de Claudio Magris. El Danubio arrastra con su afluencia comunicativa y espacial una cuenca monstruosa que va desde la fuente en Alemania hasta la desembocadura en el Mar Negro, dando formas culturales a comunidades, pueblos y ciudades europeas aledañas a lo largo de su recorrido.
Danubio configura la formación de gran región histórica cultural mezclada con diversas culturas particulares made in europeas. Pero ¿por qué la región histórica-cultural, nombrada muchas veces civilización del Danubio, lleva la marca de un ente geo-natural? Leer el libro completo es una aventura, porque Magris, narrador perspicaz, tiene reservado al lector avezado un principio y final futuras epifanías epistemológicas, respuesta heideggeriana correspondiente a la del ser en el mundo y de cómo se llevó a cabo la conquista durante determinado tiempo del espacio interior de mundo: el valle del Danubio.
Esta visión de región cultural y conquista del espacio y del interland cubano está esbozada en mi libro El mito Bayam y en el reciente El azúcar de Cuba. El valle del Cauto causa sensación para una futura narrativa filosófica como el pensamiento se orienta en el espacio.