Cuba nunca ha sido libre, hipótesis Prometeo

Por A. Ramos Z. <–

La palabra libertad se presta a muchas definiciones filosóficas, metafísicas, utópicas, etc. y siempre está presente en los discursos políticos, incluso en aquellos de portadores antagónicos con receptores serviles. Hay toda una historia contrastante. Un esclavo no es libre, un proletario es esclavo del trabajo, un rico es esclavo de su dinero, un pueblo puede ser esclavo del totalitarismo. También existe la ilusión de la libertad, una república  o revolución que se declara libre, pero no produce libertades, sino cautiverios. Lo único libre es el pensamiento, dicen, pero el pensamiento lavado no lo es, a otros simplemente no les interesa ser o no libres mientras haya un plato de comida disponible. ¿Qué significa que un país no sea libre? Por supuesto, la gente puede sentirse libre en una dictadura, menos los opuestos a esa dictadura y los que creen que la libertad no existe. Algunos intelectuales han afirmado seriamente que la libertad no existe, que es solo un concepto, un autoengaño, etc. En fin, en lo que toca a la Cuba, el gobierno solo acepta la palabra libertad como declaración militante, libertad sumisa, generalmente oportunista e hipócrita. Recuerdan aquello: Cuba, primer territorio libre de América, el concepto libertad manejado en su forma de propaganda histórica revolucionaria. Nada que ver con la proclama francesa: Libertad, Igualdad, Fraternidad. 

Colonia, independentismo sin independencia 

Durante los siglos coloniales (1492-1898) no se puede hablar de libertad. Cuba era un laboratorio de conquista, colonización y esclavitud. Historia conocida. Pero desde el siglo XIX también fue un marco de debate, unos a favor y otros en contra de la esclavitud de negros africanos, y surgirá el pensamiento anticolonial en forma de autonomía, anexionismo y nacionalismo criollo, independentismo, como en toda Latinoamérica. Los españoles, por supuesto, se sentían libres. El colonialismo desembocó en rebeliones de esclavos y en la guerra de independencia (1868-1898). En esta etapa surgieron grandes pensadores nacionalistas y antiesclavistas (Varela. Martí), que además invocaban principios democráticos de libertad. Martí, por ejemplo, preconiza la libertad de Cuba en la forma de democracia de su tiempo, “la Patria es de todos”, rechaza la tiranía y adoptando las ideas de Spencer y la experiencia norteamericana, también rechaza la forma de estado funcionario socialista y el marxismo, en su creencia de que Cuba debía ser una entidad genuina apartada de las influencias ajenas. La guerra de independencia no fue ganada militarmente contra España, que en 1898, tuvo que enfrentarse a la guerra declarada de los Estados Unidos. En 1898, año clave en la historia cubana, tropas norteamericanas y cubanos independentistas lucharon juntos contra España.

Poscolonia, ocupación norteamericana, transición  

De 1898 a 1902 Estados Unidos ocupó militarmente a Cuba, desmantelando al ejército libertador desde el principio y creando nuevas bases de modus vivendi, que de cierta manera significó un proceso tentativo de americanización que no produjo desespañolización y mucho menos descubanización. El cubano no se sentía libre, ni español, ni norteamericano, pero sí seguía afirmando su cubanía independentista. Se sabe que la influencia norteamericana venía desde mediados de siglo, pero los cubanos, a pesar del gustillo anexionista que circulaba desde los afanes de Narciso López, ya era una cultura arraigada y sus líderes independentistas eran escuchados en Washington. Así y todo, en 1902 Estados Unidos logró un tratado que le cedió parte de la bahía de Guantánamo. 

República, 1902, los caudillos

Cuba declaró su independencia y su nacimiento republicano el 20 de mayo de 1902, con su primer presidente, Tomás Estrada Palma, que había sido secretario de Martí. ¿Fue libre Cuba? Este es el período que más conceptualizaciones y debates ha generado, la historiografía marxista llama a Cuba: Cuba neocolonial o la seudo república, una forma de descrédito que carece de sentido real. La república no era seudo, ni neo, era cubana, nueva, moderna, plural, gobernada por cubanos, muchos de ellos veteranos de la guerra de  independencia, fundó instituciones democráticas, no fue un modelo de beneficencia pero tampoco represiva. Fue politiquera, pero qué eran las elecciones norteamericanas de aquel tiempo, mejor ni hablar de los circos latinoamericanos y de otras partes del mundo. Esa Cuba republicana tenía sus imperfecciones, pero funcionó. Hasta los comunistas crearon su partido en esos años. No obstante, la libertad no llegó de la mano de los cubanos, sino de la mediación estadounidense. No por imposición, sino por acuerdos, la geopolítica y la lealtad patriótica favorecieron la instalación republicana. Por eso, podría decirse que la libertad fue una fundación formal en ciernes, como construir los cimientos de un edificio, como subir el primer peldaño al cielo, con traspiés por delante y el advenimiento de los caudillos militares y exmilitares. El karma que se desprendió de la heredad española y de la simbiosis con la contemporaneidad, la tentación del poder y su banalidad se hizo moda de gobernanza, sucedió en toda Latinoamérica, fue la época del imperialismo y del militarismo europeo, la primera guerra mundial, Cuba le declaró la guerra a Alemania. Pero en Cuba no llegó a surgir Moloch, el fuego de Prometeo tampoco había llegado. Libertad sin libertad, equivale a caudillo.

Constitución del 40, el umbral libre

En la década del 1940, años después de Mella y del derrocamiento del dictador Gerardo Machado, ya Cuba estaba en un proceso de maduración como nación y como modelo político, en el cual el Estado buscaba formas de equilibrio y civilidad, para evitar la anarquía y superar los obstáculos del desarrollo capitalista y aminorar la rivalidad clasista. El país florecía económicamente, segunda guerra mundial igual a vaca gordas, pero a su vez aumentaban las demandas populares de mejor vida y más oportunidades, los principios de libertad se acogían con más reflexión consecuente, los intelectuales fomentaron una visión intensa de la cubanía, Martí se proyectaba como ejemplo a seguir y apóstol de Cuba y la Virgen de la Caridad primaba como orgullo espiritual. La influencia norteamericana se hacía sentir pero también la clase empresarial cubana que poco a poco forjaba el capitalismo nacional. Cuba no era un infierno, como afirman ciertos ideólogos, tampoco un paraíso, era simplemente un país en desarrollo. Todo ello culminó en la Constitución de 1940, social, progresista, moderna, incluyente, con muchos capítulos dedicados a la prosperidad, la democracia y el bien del pueblo, puede decirse que el país se encaminaba hacia la independencia económica, a la absoluta liberación, sin necesidad de guerras y revoluciones. Se ha considerado una de las constituciones más progresistas de su época, en la que intervinieron delegados socialistas. Parecía que el gran mal de Cuba sería liquidado: el caudillismo, y que los demás males (corrupción, pobreza, mala distribución de la riqueza, etc.), se resolverían en una década. Algo se hizo, pero el peor de los males continuó: el 10 de marzo de 1952 el golpe de estado del coronel y expresidente constitucional Fulgencio Batista, con apoyo del ejército, abolió una serie de libertades y censuró parcialmente a la prensa, reprimió a la oposición. De nuevo el militarismo al mando y el país dislocado. La dictadura batistiana duró ocho años de tormenta política, que desencadenó una lucha entre las guerrillas de Fidel Castro y el ejército, había revueltas estudiantiles, etc. Estados Unidos al final de la jornada dio la espalda a Batista, léanse El cuarto piso, de Earl E.T. Smith (1).  Siguiendo el tema: cuando parecía que la democracia funcional y la libertad total habían llegado con la constitución del 40, el militarismo echó a pique lo logrado. Batista a última hora trató de propiciar una solución electoral, pero ya era tarde, el primero de enero de 1959 huyó de Cuba y los guerrilleros barbudos se adueñaron del país. Historia muy conocida. 

1959, democracia efímera, guerrilleros en el poder

En 1959, lo que llamaron la revolución cubana fue un hecho que causó delirios y catarsis. Nótese que fue la toma del poder por la vía armada, dígase violencia revolucionaria en el lenguaje marxista, pero violencia al fin. Pocos repararon en este punto. Puede decirse que el proceso democrático cubano fue reinstalado. Castro nombró presidente provisional a un civil, el doctor Manuel Urrutia, que solo estuvo seis meses en el poder, del 2 de enero al 18 de julio de 1959. Estos seis meses fue el tiempo que duró la revolución cubana de la liberación, una efímera sensación de democracia. La revolución que siguió adelante fue la del super caudillo Fidel Castro, elucubrada como la toma de Cuba por su dirigencia marxista leninista, entre ellos el Che Guevara, que se fue radicalizando y en abril de 1961, el propio Castro, como comandante en jefe y con el uniforme militar que nunca se quitó, declaró el socialismo de estado, y con ello comenzó otra historia, la de Moloch en Cuba. Repito: la libertad suspiró por solo seis meses, nunca más lo haría.

1961-2022     

Lo que pasó en Cuba desde entonces ha sido muy discutido. La gigantesca propaganda comunista y de las izquierdas sigue hablando de la revolución cubana. Pero la verdad histórica es otra. Después de 1961 fue instaurado un proceso contrarrevolucionario comunista que se volvió reaccionario, fundamentalista y energúmeno, modelo totalitario clásico de ingeniería social, que además exportó la subversión a otros países y envió tropas cubanas a África. En 1976 todo funcionaba semejante a la sociedad estalinista clásica, hasta hoy. Historia conocida. El experimento suprimió totalmente la libertad en la isla. El pueblo cubano desde 1959 nunca ha votado en elecciones libres, sus pocas protestas pacíficas son aniquiladas. Fidel Castro gobernó como dictador hasta 2009 (casi 50 años en el poder). 

2043, antes o después, la liberación 

Desafortunadamente, los cubanos de la isla nunca han sido verdaderamente libres, salvo en breves suspiros de tiempo, como se ha dicho. Los cubanos que han creado un masivo exilio en Estados Unidos y otras partes del mundo, saben lo que es la libertad, la material, la política, pero no la del espíritu, al menos en aquellos que siguen con el corazón en la patria. La liberación es lo que les falta. La libertad de la liberación, que será solo cuando no existan caudillos, ni dictadores, ni partidos totalitarios, ni militarismo represivo, ni muros contra el pueblo, ha de venir. El hecho redentor puede que sea pronto, o quizás hacia 2043. Pudiera ser pronto, pero hay cubanos malos que no quieren que eso suceda. Hay muchos intereses mezquinos y miedos, y aunque sería una hazaña conseguir que la patria sea de todos en corto tiempo, no es imposible, sería la verdadera liberación cubana de todos los tiempos que la mayoría quiere, Cuba verdaderamente libre por primer vez,  el fuego de Prometeo, el fuego de Martí. No esperemos a 2043. 

Historia dictatorial de Cuba

1492-1898 (406 años): colonia de España. 

1925-1933 (8 años): general Gerardo Machado, partido liberal  

1952-1958 (8 años): coronel Fulgencio Batista

1959-2008 (49 años): Comandante Fidel Castro, partido comunista.

2008-2018 (10 años): Comandante Raúl Castro, partido comunista.

2018-2022 (4 años, sigue en el poder): Miguel Díaz Canel, partido comunista.

Notas

(1) Earl E.T. Smith. El cuarto piso. Relato sobre la revolución comunista de Fidel Castro. Editorial Diana, 1966.

Nota: el autor ha presentado varias hipótesis sobre el proceso trunco de liberación cubana y sus modelos ideológicos en artículos y debates. 

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