Xochitl, la alternativa democrática para México y crítica de las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y de la ideología comunista.

Xochitl, la alternativa democrática para México y crítica de las dictaduras de Cuba, Venezuela, Nicaragua y de la ideología comunista.

Claudia Sheinbraum, la conexión comunista y el próximo México rojo

 Por José María Claret

La  futura esclavitud…  es el comunismo.
José Martí, 1884

Ha comenzado la campaña electoral de México, y dos flamantes mujeres se disputan la presidencia del país, Xochitl Gálvez Ruiz y Claudia Sheinbaum Pardo, en una contienda que parece será reñida y estrepitosa. Podría considerarse una competencia entre dos visiones y dos futuros opuestos. Ambas carismáticas, la primera, candidata del Frente amplio, indígena, senadora del congreso de la Unión, mujer de pueblo, inteligencia brillante y realista, determinada a cambiar México con un proyecto moderno, empresarial, claramente democrático, distinto al de Claudia, mujer de inveterado oficio político, ex jefa de gobierno de la ciudad de México, candidata del partido gobernante Morena, que se propone continuar el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador (Amlo), quien la eligió para que fuera su heredera, entre otros candidatos más aptos del partido Morena, entre ellos Marcelo Ebrard. El legado se denomina: la 4T, la Cuarta Transformación, que es la profecía revolucionaria y criptomarxista que enarbola Amlo para hacer de México un mundo perfecto y feliz.

¿Por qué Claudia es la elegida?

Muchos se preguntan: ¿Por qué López Obrador eligió a Claudia Sheinbaum? Y la respuesta de los analistas políticos mexicanos, en síntesis, es que ella ha sido su leal mano derecha, especie de sombra comprometida, que comparte “gustos” afines. Ambos se conocieron en el año 2000, quizás antes. Para un cesáreo como Amlo, la lealtad debe valer más que cien ministros besamanos. En 2018, Amlo la apadrinó para que alcanzara la jefatura de gobierno de la ciudad de México, y ahora le abrió el camino al mando máximo del país. En política, este tipo de favoritismo es sospechoso. 

       Ninguno de los méritos de Claudia son espectaculares, no es oradora de masas, ni figura intelectual, tampoco es una Hillary Clinton ni una Margaret Thatcher, y las máculas de su vida política no le meritan ascender a la gloria, es decir, dirigir a más de cien millones de mexicanos, aunque en México no existen los imposibles. Su perfil tampoco es muy positivo, su exesposo Carlos Imaz Gispert, (Ver Foto junto a Claudia) persona de confianza de Amlo, estuvo vinculado a un escándalo de corrupción (1). Según Elena Chávez, autora del libro El Rey del Cash, (2) Claudia se habría divorciado de Carlos a raíz del suceso, tras delatar lo que pasó a López Obrador. Por menos que esto, en otro país ni siquiera habría sido regidora de una aldea. Entonces, además de la pleitesía, ¿qué otros logros y capacidades de Claudia le han permitido ser la favorita de un presidente con ínfulas de patriarca, que mira más a sí mismo que al destino ajeno?  

       En México, investigar el pasado de Claudia es complicado, además de huellas borradas y falsificación, las mafias políticas ponen barreras difíciles de penetrar. El asesinato político es frecuente, de modo que el periodismo entraña un tremendo riesgo. Denunciar los entretelones del poder, sus conjuras y banalidades  y el dinero sucio, podría ser una sentencia de muerte. Unos pocos periodistas con agallas, entre ellos, Carlos Loret de Mola, lo han hecho, pero hasta cierto límite. El mundo sabe que esto sucede en México, de ahí que se le señale como una democracia en peligro. Sin embargo, hay peligros que apenas llegan a la escena del periodismo y el debate trascendental, como revelar la ideología real del líder. La imagen fabricada es lo más común, de ahí que ciertos liderazgos políticos parezcan santos, cuando es todo lo contrario. ¿Quién mueve los hilos de la actual situación que tensa el arco del futuro mexicano? ¿Acaso alguien cree que López Obrador dejará el poder este año para que una sucesora haga de las suyas? ¿Por qué se menciona solo a la Claudia política reciente y no la humana real, con sus virtudes y defectos? ¿Por qué no se investiga en profundidad a Claudia y a Xochitl para comprobar si realmente merecen ser presidenciables? A fin de cuentas, todo lo decide el Partido, principal agente de la distopía, como decía George Orwell. 

Claudia en evolución, la familia comunista

Claudia Sheinbaum como figura pública es harto conocida. De su vida privada se sabe algo, lo que trasciende como imagen baratija, lo que ella quiere que se sepa. Su curriculum universitario no es nada excepcional porque si lo fuera habría desarrollado su carrera. Si en política lo real es lo invisible, no sabemos mucho de ella. Los de su generación la adulan, otros la critican. Las feministas no la quieren (3). Pero lo banal no es precisamente lo que configura la verdadera biografía. Las loas a Claudia son más que todo políticas, es decir, infladas y artificiales, como los carteles Viva equis presidente y las encuestas compradas. Tal vez se conocería mejor de ella escarbando su genealogía, las preocupaciones que la guiaban en su juventud, quiénes eran sus ídolos, cómo se mete en el ruedo político, a qué filosofía se adscribió cuando maduró y se dio cuenta de quién era ella, ¿por qué idealiza a Amlo y se vuelve su pertinaz fanática? ¿Tiene Claudia una vida encubierta?

       Un sesgo que se oculta, el que concierne a los códigos de valor, es lo que aprendió Claudia del historial familiar. Claudia nació en la Ciudad de México, pero es de ancestro judío lituano. Su padre, Carlos Sheinbaum Yoselevich nació en Guadalajara, y su madre, Annie Pardo Cemo, militante comunista, nació en la Ciudad de México. Sus padres participaron en el activismo social de la izquierda marxista de los años 60-70, que fue una influencia que ella reconoce. Lo real es que la influencia familiar que la modeló no fue simplemente el izquierdismo  snob contestatario, che guevarista, fidelista y maoista de aquellos tiempos. También el marco ideológico familiar debío servirle de modelo primigenio: la ideología comunista activa que practicaron los Sheimbaum desde su llegada como emigrantes a México. Respecto a su madre, acusada de ocultar su fortuna en paraísos fiscales, como revelaron los Panama papers,(4) en 2016, fue un trance negativo para la imagen de Claudia, pero hoy a nadie parece importarle. 

       La familia de Claudia, su abuelo Juan o Jonas, y Solomon Sheinbaum Abramovitz, judíos y miembros del partido comunista lituano emigraron a Cuba (1923-1928) y de allí pasaron a México, en 1928. Este mismo año Juan se incopora al Partido Comunista mexicano (PCM), donde milita hasta que fallece en 1988. Un hijo de Juan, llamado Carlos Sheinbaum (Carlos Díaz), militó en la Juventud Comunista de México (1952-1957). (5) Aunque Juan y Solomon llegaron a Cuba y México con fachada proletaria, en realidad eran agentes de la Internacional Comunista, con el cometido de ejecutar la política de expansionismo comunista en América Latina, un tema bien conocido. (6). Claudia creció con estos referentes comunistas y aunque de esto se puede sacar varias inferencias, su preferencia por la izquierda marxista ha sido siempre su vocación ideológica pública, no la verdadera.

      Despues de la caída del muro de Berlín y el derrumbe comunista en 1989, la izquierda marxista no democrática se reinventó como nuevo comunismo o socialismo del siglo XXI, que fue lo que implantó el dictador Hugo Chávez en Venezuela, bajo la égida del totalitarismo cubano castrista. Esta es la ideología que abraza el partido comunista mexicano actualmente, híbrido de marxismo-leninismo, castrismo, che guevarismo, chavismo y morenismo; basta con dar un vistazo a sus manifiestos para comprobar que el gobierno de López Obrador, la candidatura de Claudia y el gobierno cubano, tienen su absoluto apoyo, Amlo se ha convertido en su nuevo Fidel y sostén económico del auge de sus actividades. Confían en ese Amlo que se ha quitado la careta, legitimando oficialmente la represión del régimen castrista sobre la rebeldía de los jóvenes cubanos de la disidencia y del movimiento Patria y Vida. Nótese bien que el gobierno de Amlo, que se jacta de su México neutral, es de los pocos en el mundo que colaboran con el brutal comunismo cubano. También suena a hermandad de “compañeros” que el gobierno cubano considere a Amlo y a Claudia como sus favoritos en las apuestas políticas mexicanas. 

La camarada Claudia

La Claudia política sabe que mostrar una garra comunista a secas no se corresponde con las expetactivas de un México de ricos y pobres, pero democrático. La verdadera es otra: la camarada neocomunista de bajo perfil, que pasa inadvertida. Su modelo es Amlo, un socialista nacionalista, que las condiciones históricas no le permiten ser un Stalin tropical, como lo fue Fidel Castro. Amlo no oculta que sus ídolos son Fidel Castro y Chávez, y no deja de aplaudir a la mal llamada revolución cubana, a la cual le dona ayuda millonaria, como asimismo lo hace Venezuela, en vez de invertir ese dinero en disminuir la pobreza mexicana. Claudia ha hecho y hará lo mismo que él, porque la afinidad ideológica entre ambos es lo que configura su relación de poder y mutua empatía, su solidaridad con el enclave rector y tierra prometida, Cuba comunista, y la razón que los hace compinches de los secretos sucios. Un México iliberal, colectivizado, militarizado y estatista, con cultura de la pobreza regulada y mafias, deseado partido único y oposición comprada, control autoritario y profecía engañabobos, a semejanza de la Venezuela de Maduro, es la solución que ofrecen ambos para asegurarse la sed de dominación que caracteriza a los grandes personajes de la ideología comunista y fascista. Amlo por su edad, solo puede aspirar a seguir gobernando con una marioneta fiel como Claudia. 

       En la prensa han surgido historias sobre la camarada Claudia que, curiosamente, no reciben repercusión mediática. Sobre esto, la percepción en el extranjero es que en México predomina la autocensura en temas como los males del marxismo-leninismo, el comunismo, el castrismo, salvo en los estudios de las élites intelectuales. Cierta prensa y sectores academicos, por ejemplo, hablan de los “logros” de la revolución cubana con increíble desfachatez. Un alto promedio del común de los mexicanos ni siquiera sabe lo que es el comunismo y, debido a la propaganda, tiende a percibir el castrismo como algo normal y revolucionario. Esta es la razón de que la mayoría de los mexicanos no tilden a Amlo de comunista, él mismo lo niega, tal y como lo negaba Fidel Castro cuando comenzó a gobernar Cuba y Chávez antes de ser dictador o “Mussolini tropical”, como lo calificó el escritor mexicano Carlos Fuentes. Pero todos los resortes de la ideología aplicada de Amlo revelan el prototipo del comunista encubierto, o criptocomunista, su autoritarismo y desdén a la democracia, su mentalidad planificadora fantasiosa, la pésima administración, su manipulación de las masas, la doble moral, su delirio de grandeza, el creerse por encima de la ley. Por eso el oprimido pueblo cubano, que sí sabe distinguir el biotipo comunista, lo detesta. Algunos de tales atributos están presente en Claudia, a escala menor, porque todavía no tiene el bastón de mando. Pero tal vez Claudia, dada su trayectoria, termine por mostrar más adicción por soluciones del socialismo chavista y el castrismo, que el mismo López Obrador. La otra Claudia, la ideológica, estuvo casada con Carlos Imaz, con quien viajó a los países socialistas,(7) que era la moda de todo idealista comunista de los años 70 y 80. En Internet aparece la siguiente dedicatoria de una postal que enviaron desde Bulgaria: “Tomando ideas del mundo comunista para transformar a México” (8).

       Claudia tenía 17 años cuando visita Cuba comunista, el 31 de enero de 1979. (9) Por este viaje y su activismo político fue espiada por la DSF mexicana (Dirección Federal de Seguridad, hoy Centro Nacional de Inteligencia). Este viaje a Cuba era un secreto hasta que El Universal lo reveló. Es probable que este viaje sea uno de los primeros momentos de su conexión con La Habana, pero este punto requiere investigación. Los viajes a Cuba de los compañeros de viaje y procastristas extranjeros son controlados por la Seguridad del Estado del régimen, por tanto, suelen permanecer en el anonimato. En Cuba se entrenaron muchos extranjeros en técnicas de espionaje y subversión que nunca fueron identificados hasta que se desclasificaron los documentos tras desaparecer la Unión Soviética, en 1991. En 2020, en Ciudad México, a pesar de que muchos mexicanos protestaron, Claudia permitió que desmantelaran la estatua de Colón, para instalar las de Fidel Castro y Che Guevara, otra prueba de su procastrismo. En internet circula un pasquín con la figura de Claudia y el lema del Che que dice: Con Claudia hasta la victoria siempre. En las redes sociales, Claudia ha mostrado sus simpatías por el régimen cubano y festejó la entrega de la Orden mexicana del Águila Azteca al dictador cubano Díaz Canel, también dio las llaves de la ciudad al cantante pro régimen Silvio Rodríguez, que se ufana de ser amigo de Amlo, y celebró el triunfo de los 65 años de la dictadura cubana. En Claudia, además, no existe el menor interés en condenar las dictaduras de Venezuela y Nicaragua, a diferencia de Xochitl, que no teme criticarlas (10). Son múltiples las pruebas que identifican de que bando está ella, y por supuesto, no está del lado del sufrido pueblo cubano, ni de la democracia, ni del noble pueblo mexicano, sino del lado del poder.   

El segundo piso, proyecto de nación de Claudia Sheinbaum, la república roja

El “segundo piso” es como le denonima Claudia a la segunda etapa de la transformación obradista, en caso de ganar la presidencia, que ella da por ganada. Debe entenderse como la fase definitiva, basada en la continuidad de un plan que López Obrador no pudo completar. Este plan o visión  revolucionaria de México no es más que la culminación del proyecto de refundar estructuralmente el país, con cambios drásticos de naturaleza socialista. Resumidamente, este cambio está enfocado a cambiar la constitución, el sistema de partidos, de dirigencia y votación, la judicatura, así como el reforzamiento de la militarización del país y mayor inversión social clientelar. Sería un cambio tajante que además implicaría el adoctrinamiento ideológico y la coacción política, con creciente control policíaco sobre la población. Un cambio que cambiaría la historia mexicana, reinvéntandola a imagen y semejanza del profeta Amlo, con una mujer despótica al mando. 

       Lo anterior solo sería posible, aplicando el predominio partidista, la corrupción elitista y la dictadura de nuevo tipo, modelo socialista venezolano, la república roja (semi capitalista y seudo democrática). Es la norma diseñada por el Foro de Sao Paulo y el chavismo, bajo la tutela de Cuba castrista, que ya tiene frutos en Nicaragua, y avanza sin lograrlo en la Colombia de Petro. México, además, se convertiría en un santuario de la ultraizquierda, el terrorismo y el  neocomunismo internacional y base de operaciones del castrismo. Sin embargo, estas intenciones retrógradas, en un país federal y de sentir democrático como México, originarían una réplica libertaria de grandes proporciones, con resultados desastrosos para los que intentan imponer el imperio de la arbitrariedad y desintegrar el alma de la nación con un nuevo ensayo latinoamericano de ingeniería social. 

       El plan socialista dictatorial que se pretende implantar existe, se llama: Proyecto de Nación 2024-2030. Segunda etapa de la cuarta transformación (consultar en este enlace: https://www.proyectodenacion.mx/). (11) Lo primero que llama la atención del mismo es la visión superficial, demagógica y maniquea, que le da carácter a una redacción redundante copiada del modelo de nación socialista chavista de 1999, de los planes fallidos de la izquierda subdesarrollada y de los estatutos del castrismo. No hay un solo capítulo que se pueda considerar creativo a la altura de los tiempos, de lo cual se deduce que los redactores del proyecto debieron ser militantes de pocas luces, incapaces de profundizar en los desafíos de la modernidad y en las necesarias aperturas políticas. Los pocos enfoques que muestran alguna sensibilidad formal, parecen tomados de planes que fueron elucubrados en el siglo XX. Es decir, más de lo mismo, sin ninguna visión del presente y de futuro. Para los políticos y el mundo pensante será un papelazo o libelo sin ningún valor intelectual y práctico. El proyecto está lleno de acotaciones y promesas, que no toman en cuenta la realidad, la economía, el progreso tecnológico, la modernización educativa, la espiritualidad humana, etc. Tampoco presenta soluciones y métodos convincentes. 

       Es fácil prometer que el país dará un salto social y económico, sin tomar en cuenta el contexto global, los precios, la moneda, las deudas, las crisis, la corrupción, etc.  Lo poco que ha conseguido México en este sexenio ha sido a costa de empeñarse, contraer deudas y de vaciar el tesoro nacional para complacer políticas improvisadas y clientelismo, etc. Y esto ha sucedido por razones políticas y partidistas, no porque exista una voluntad de asegurar el futuro de la nación y de las nuevas generaciones. Esperemos qué pasará cuando baje el precio del petróleo, se implanten las nuevas tecnologías, aumente la población, el narco y la competencia global. Qué pasará cuando lo hecho no sirva para nada, en razón de que no constituyen palancas de desarrollo, entre muchas preguntas que se le pueden hacer a la retórica de dicho proyecto. 

       Otro aspecto que se expone de manera llana es contrastar el modelo propuesto, estatista y socialista, con el modelo liberal, mal llamado neoliberal en el texto, intentando presentar la superioridad del primero sobre el segundo, como si en las sociedades liberales el pueblo viviera en la edad de piedra, y no existieran derechos y conquistas sociales. El argumento a favor del socialismo, tal como se presenta, equivale a un prejuicio ideológico. La historia ha demostrado que el modelo comunista y socialista, además de restringir la libertad, no sirve para nada, ni produce riquezas ni progreso, rebaja las fuerzas productivas y conduce a la sociedad de castas corruptas que rigen el país con impunidad, privilegios y mentiras. Los modelos, con proyectos similares al de Morena, solo pueden subsistir con autoritarismo, banalidad del mal y cultura de la pobreza, ninguno ha producido bienestar,  y la razón de ello es que los que proyectan generalmente son los que violan lo proyectado y terminan siendo los instrumentos de la degeneración que produce el poder y la corrupción, como ha sucedido en todos los experimentos socialistas. A fuer de la honestidad necesaria, se puede afirmar que Morena no es precisamente un partido ajeno a la tradición corruptiva de la política mexicana, ni tiene la capacidad que requiere plasmar en papel un destino de progreso para un pueblo que no solo demanda empleo y seguridad, sino también libertad, pluralidad y respeto a su dignidad e inteligencia, sin interferencias ni coacción. No todos los pobres de México piensan como Morena, ni todos los mexicanos desean la imposición de una programática socialista, vaciada de sentido común y de verdadera justicia. Tengan bien claro, que el progreso en todas las sociedades desarrolladas ha provenido de la economía liberal, de la sociedad civil y de los principios de libertad, jamás del socialismo, ni de la izquierda despótica, ni de las burocracias totalitarias. Pero es lógico que dicho proyecto de nación, creado por una mentalidad ideológica partidista, intente pasar por racional y justiciero lo que es lunático, hipócrita y dañino para la estabilidad y el desarrollo integral de México. 

       En sentido general, el proyecto, no solo es insulso, sino también peligrosamente divisivo y autoritario. Lo que plantea, esencialmente, es darle todo el poder al estado como dirigente absoluto, no como servidor, mientras que al pueblo le tocaría el papel de servidumbre, quiéralo o no. La pretensión de adaptar la constitución al poder, de controlar los medios, el poder judicial, los contrapesos y de reducir la independencia del INE (Instituto Nacional Electoral), etc., como se hizo en Venezuela, solo puede desembocar en control totalitario, abriendo el camino a las elecciones tramposas y el gobierno vitalicio de un solo partido o casta, imaginen que no existan medios para sacar una mafia del poder o una dictadura. Este es realmente un proyecto malicioso, escrito con estilo populista edulcorado. Cómo es posible que quienes han suscrito el proyecto de nación, que se supone sean ejemplos de virtud, se comporten en la actual campaña electoral como voceros de doble moral, vilipendio y alevosía, o que desde una que otra tribuna sean capaces de aplaudir a la decadente y represora dictadura castrista, aliada de Putin. Cómo es posible que se trate de ocultar el drama de la inseguridad en el país y se proponga al pueblo mexicano la peor de las opciones de gobierno. Ténganlo presente, de ganar Claudia, a los pocos años, aquellos que la empoderan se van arrepentir. Simplemente, ninguna de las promesas serán cumplidas. 

Notas

(1) El caso Ahumada.

(2)  Elena Chávez González. El rey del cash. El saqueo oculto del presidente y su equipo cercano. Grijalbo, 2022. 

(3) Orquídea Fong. “Claudia Sheinbaum: perversa, inmoral y autoritaria”. Etcétera, México, 27 de septiembre, 2023. https://etcetera.com.mx/opinion/sheibaum-perversa-inmoral-autoritaria/

(4) “Aparece nombre de la madre de Claudia Sheinbaum en los Panama Papers”. Diario de México, 14 de junio de 2021. Miembros de Morena y el Chapo Guzmán también aparecen en esta denuncia de corrupción a gran escala. https://www.diariodemexico.com/mi-ciudad/aparece-nombre-de-la-madre-de-claudia-sheinbaum-en-los-panama-papers

(5) Víctor Jeifes y Lazar Jeifes. América Latina en la Internacional Comunista 1919-1943. Open edition.  https://books.openedition.org/ariadnaediciones/974?lang=en

(6) Eudocio Ravines. La gran estafa. Santiago de Chile, 1954. César Reynel Aguilera. El sóviet caribeño: la otra historia de la revolución cubana. KDP, USA, 2019. Ver: A. Gómez Tamez. En contra de quienes quieren la basura marxista en México. Economex, 22/diciembre/2029. https://economex.blog/2019/12/22/en-contra-de-quienes-quieren-la-basura-marxista-en-mexico/

(7) Nota: esta información que circula en las redes sociales, no he podido confirmarla, lo cual es   (8)  Esta información, también circulada en internet, debe ser avalada por una fuente verificable. 

(9) El Universal, México, 11.03.2024. 

https://www.eluniversal.com.mx/elecciones/sheinbaum-victima-del-espionaje-desde-nina/

(10) Claudia Padrón Cueto. “Sheinbaum VS Gálvez: Cuba en las candidatas en la presidencia de México”. Cubanet, 30 de septiembre de 2023. https://www.cubanet.org/destacados/cuba-la-clara-diferencia-entre-las-aspirantes-a-la-presidencia-de-mexico/

(11) Abogados constitucionalistas analizan el proyecto de nación (el borrador y el texto final), entre ellos Mario de Jesús Gallardo y Juan Bosco Abascal. En Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=I6Pe2YLlgbU

        J. María Claret, periodista freelance mexicano-estadounidense y reportero social. Autor de Claudia Sheinbaum, The Communist Connection and the next Red Mexico (March, 2024).

Posts y Posnota

Cambiar la Constitución es el primer paso para  convertir a México en un país de capos totalitarios y ciudadanos esclavos. Así lo hicieron los comunistas Fidel Castro y Hugo Chávez, saqueando a sus países… El comunismo solo ha traido tragedias a los pueblos, miseria a los pobres y  riqueza a los dictadores.

Marlon H. Michael/J.J.

Hacer campaña por Claudia es hacer campaña por la soga que te va a colgar cuando no obedezcas las reglas comunistas y quieras ser libre.

A. San Pedro, post en twitter

Por más emotivos que sean nuestros lazos con América Latina no debemos ser amigos de gobiernos dictatoriales. Gobiernos como el de Díaz-Canel en Cuba, que tiene a más de mil presos; como el de Nicolas Maduro en Venezuela, donde no hay democracia y que persigue opositores… gobiernos como el de Daniel Ortega.

Xochitl Gálvez. 

Cubanet, 26 de agosto de 2023. Enlace:

Manifiesto en defensa de la libertad de expresión

Luego de los discursos desafortunados del presidente Andrés Manuel López Obrador en donde descalifica a la prensa mexicana, difama las críticas hacia su gestión, desprecia la lucha feminista, ignora los reclamos ambientalistas, entre muchas otras cosas; 650 intelectuales y científicos emiten una declaratoria contra el mandatario aludiendo a que éste “pretende socavar la libertad de expresión” y representa una “amenaza para la democracia en México”.

Yahoo, 18 de septiembre 2020

https://es-us.noticias.yahoo.com/650-intelectuales-cient%C3%ADficos-critican-amlo-142600793.html

El comunismo es una utopía de la inanición, de la miseria, de la incredulidad

 y de la traición. 

El Papa Juan Pablo II

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