Azúcar, ron y tabaco. El contrapunteo y la transculturación de Fernando Ortiz

Por Leopoldo Ávila

El Contrapunteo Cubano del Tabaco y del Azúcar es una obra del antropólogo cubano Fernando Ortiz, publicada en 1940, 540 páginas. En esta obra, Ortiz compara y contrasta la cultura y la sociedad de la región tabacalera de Cuba con la de la región azucarera. El Contrapunteo… no sigue una estructura narrativa lineal típica, sino que se organiza alrededor de una serie de contrastes y comparaciones entre la cultura del tabaco y la del azúcar en Cuba. José Luciano Franco, historiador cubano autodidacta, solía decir, para criticar a los historiadores academicistas (de la Academia de la Historia de Cuba) que el problema más serio de la historiografía cubana radicaba en el carácter tedioso de sus textos. Esta obra de Ortiz está repleta de elocuencia literaria y una prosa deslumbrante por la riqueza de expresiones culturales.

El libro está dividido en dos partes principales: la primera parte se enfoca en la cultura del tabaco, mientras que la segunda parte se centra en la cultura del azúcar. Dentro de cada parte, Ortiz utiliza una variedad de métodos para explorar y contrastar las diferentes prácticas culturales de cada región.

En cada capítulo, Ortiz utiliza una serie de comparaciones y contrastes para ilustrar la singularidad de cada cultura y cómo estas se diferencian una de la otra. Por ejemplo, en el capítulo 1, Ortiz compara la música del tabaco, conocida como el punto, con la música del azúcar, conocida como el son. Ortiz muestra cómo estas dos formas de música son muy diferentes en estilo y en función, y cómo reflejan las diferencias culturales entre las dos regiones.

La estructura del Contrapunteo se organiza en torno a una serie de temas culturales, como la música, la religión, la alimentación y la economía, entre otros. Cada capítulo explora cómo estas prácticas culturales son diferentes en cada región, y cómo la interacción entre estas prácticas ha dado lugar a nuevas formas culturales únicas en Cuba.

A través de su estructura narrativa no lineal, Ortiz se acerca a una imagen completa y multifacética de la cultura cubana y cómo ha evolucionado a lo largo de la historia. Pues aún está por estudiarse el aporte de la ganadería (la Hacienda ganadera como complejo sociocultural de la historia patriarcal) al proceso de la cubanía. Y tampoco Ortiz incluye las peculiaridades de la plantación cafetalera al acervo de la transculturación. El Contrapunteo de Fernando Ortiz es una obra fundamental para comprender la complejidad y la diversidad de la cultura cubana y su influencia en el mundo.

El concepto de transculturación es fundamental en el Contrapunteo. ¿De dónde viene el concepto? De Malinowski y su teoría de la observación participante, la cual sostiene que para comprender la cultura de un grupo de personas, es necesario sumergirse en su entorno y participar activamente en sus prácticas y costumbres. En el Contrapunteo, Ortiz utiliza la metodología de la observación participante para explorar la cultura del tabaco y del azúcar en Cuba. De modo que Ortiz se involucra activamente con los habitantes de las regiones tabacaleras y azucareras para aprender sobre sus prácticas culturales y observar cómo se entrelazan.

De manera similar, Malinowski también se enfocó en la importancia de la transculturación y la interacción cultural en su trabajo. Malinowski argumentó que las culturas no existen en aislamiento, sino que están en constante interacción y fusión con otras culturas. De esta manera, la transculturación se convierte en un proceso continuo y dinámico que da forma a la cultura de un grupo de personas.

Ortiz también enfatiza la importancia de la transculturación, mostrando cómo la cultura del tabaco y del azúcar se han entrelazado en Cuba debido a la influencia de diferentes grupos étnicos, incluyendo africanos, indígenas y españoles. Ortiz argumenta que la transculturación no solo crea nuevas formas culturales, sino que también enriquece y fortalece las culturas preexistentes.

Ortiz argumenta que la transculturación es un proceso dinámico y continuo que afecta a todos los aspectos de la cultura, como la música, la religión, la lengua y las costumbres sociales. La transculturación, según Ortiz, no es un proceso unidireccional, sino que es una interacción mutua entre las diferentes culturas.

En el Contrapunteo, Ortiz utiliza el ejemplo del tabaco y el azúcar para ilustrar cómo la transculturación ha afectado a la cultura cubana. Ortiz muestra cómo la cultura del tabaco, traída a Cuba por los españoles, se mezcló con las culturas africanas y nativas de la isla para crear una cultura única y distintiva. De manera similar, la cultura del azúcar, que se desarrolló durante la época colonial, también fue influenciada por las culturas indígenas y africanas de la isla.

En general, el Contrapunteo de Fernando Ortiz es una obra clave para comprender el proceso de transculturación que ha ocurrido en Cuba y en otras partes del mundo. Ortiz muestra cómo la transculturación puede crear nuevas formas culturales y cómo las diferentes culturas pueden interactuar y enriquecerse mutuamente.

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