Por Eligio Sardiñas
¿Qué significa la palabra fascista? ¿Cuál es el sustrato de su ideología?
Muchos conocen a los filósofos fundadores del Capitalismo, Adam Smith y, del Comunismo, Carlos Marx, pero casi nadie sabe quién se erige como fundador ideológico del Fascismo.
Es lógico, pues los historiadores, en su mayoría de izquierda, tuvieron que borrarlo de la historia para evitar enfrentar lo que en realidad es el Fascismo.
El padre del Fascismo se llama Giovanni Gentile, uno de los filósofos más influyentes de la primera mitad del siglo XX. Gentile creía que había dos tipos de democracia diametralmente opuestas: la democracia liberal, la que existe en EEUU, la cual Gentile descarta por ser individualista; o sea, muy enfocada en la libertad y los derechos individuales y, por tanto, egoísta.
El otro tipo de democracia, la que Gentile recomienda, es lo que el filósofo italiano llama “Democracia verdadera”, en la cual los individuos se subordinan voluntariamente al Estado.
Como su maestro filosófico, Carlos Marx, Gentile quería establecer una comunidad que se asemejara a una gran familia, un gremio en el que cada uno de sus individuos renuncia a sus derechos individuales para ofrendarlos en el altar de la colectividad estatal. Esto es, el individuo se funde voluntariamente en la cumbancha del Estado como poder colectivo y redentor. El atractivo de pertenecer a algo más grande, importante, y relevante que el pequeño yo del individuo es fácil de percibir para cualquiera que posea dos dedos de frente y que ha vivido un poco en este mundo. En efecto, la ya vetusta idea del colectivismo estatal funge como una de las premisas fundacionales del discurso izquierdista actual.
E
s menester recordar que Gentile era un hombre de la izquierda, un socialista empedernido y dedicado. Para el italiano, el Fascismo es una forma de Socialismo, de hecho, su forma más práctica. Mientras que el Socialismo de Marx moviliza al pueblo sobre la base de sus clases sociales y del internacionalismo proletario (es globalista como los globalistas de hoy), el Fascismo moviliza a la población apelando a su identidad nacional, así como a sus clases sociales, y es en este último punto donde convergen, pero la diferencia pragmática entre socialismo marxista y fascismo es escasa.
Los fascistas, no son otra cosa que socialistas con una sólida identidad nacional. Los Facistas alemanes en la década del 30 del siglo pasado, fueron llamados NAZIS, básicamente una contracción del término “Nacional Socialista”. Para Gentile, toda acción privada debe ser orientada a servir al Estado. Según él, no hay distinción entre el interés privado y el interés público.
¿Quién es el poder administrativo de la sociedad? No es otro que el estado totalitario; consecuentemente, someterse a la sociedad, es lo mismo que someterse al estado controlador de tus libertades, no solamente desde el punto de vista económico sino desde todos los puntos de vista. Desde que todo es político, el estado se reserva el derecho de dictar a todos sus ciudadanos cómo y qué han de pensar y de hacer.
Otro italiano, Benito Mussolini, el dictador de Italia de 1922 a 1943, llevó el modelo filosófico de Gentile a la praxis. En la doctrina del Fascismo de Mussolini, una de las primeras declaraciones versa, “Todo está dentro del estado y nada humano existe o tiene valor fuera del estado”. Solamente estaba parafraseando a su compatriota Gentile.El filósofo italiano yace ahora en la más profunda oscuridad, pero su filosofía no podría ser más relevante, pues es el tipo de ideas de las cuales se nutre la izquierda internacional, los socialistas, y los comunistas modernos.
Aquí en los EE.UU. la izquierda ha expandido el control estatal sobre el sector privado, desde la educación, pasando por la banca hasta la energía. Este tipo de capitalismo directamente dirigido por el estado es precisamente lo que estaban implementando simultáneamente en los años 30 los totalitarismos italiano, alemán y soviético.
La izquierda no puede reconocer a su hombre, Gentile, porque ello destruiría su intento de vincular a los conservadores con los fascistas (cuando en realidad es al revés).El conservadurismo y el capitalismo quieren un gobierno pequeño para que la libertad individual pueda florecer. La izquierda, como Gentile, como los Castro-Nazistas de Cuba, al igual que Vladimir Lenin, Stalin y Hitler, querían lo opuesto: colocar los recursos del individuo y de la industria al servicio de un estado centralizado.
Reconocer a Gentile, es reconocer que el Fascismo tiene una profunda afinidad con la ideología actual de la izquierda. La docencia intentará mantener al filósofo italiano en el país de las sombras, muerto, sepultado, y olvidado. Pero debemos recordar el surgimiento histórico y filosófico del fascismo, así como a su ideólogo fundador, si queremos ahuyentar el fantasma del Fascismo disfrazado de conservadurismo, porque no lo es, ni tiene nada que ver con la derecha política.
El fascismo siempre fue un producto de la izquierda.